Este fin de semana la salud
del papa Francisco ha tenido en vilo a todos los católicos del mundo y los no católicos
por igual. Primero, el sábado con un comunicado desde el Vaticano donde se informaban
que el santo padre tenía una "crisis respiratoria prolongada de
tipo asmática" y que ha necesitado transfusiones de sangre.
"El Santo Padre
permanece alerta y ha pasado el día en una silla, aunque se encuentra más
indispuesto que ayer. Por el momento, el pronóstico sigue siendo
reservado", indicó el Vaticano.
Francisco ingresó en el
hospital Gemelli de Roma el 14 de febrero tras experimentar dificultades
respiratorias durante varios días. Desde entonces se le ha diagnosticado una
neumonía doble.
Este tipo de enfermedad infecciosa
puede inflamar y dejar cicatrices en ambos pulmones. Dificultando la
respiración, que en un paciente de 88 años y con antecedentes de un pulmón extirpado
a la edad de 21 años, puede ser peligroso y con pronóstico reservado.
Al final, de la tarde del sábado,
el propio pontífice expreso en las redes sociales oficiales: "¡Gracias
por esta cercanía y por las oraciones de consuelo que he recibido de todo el
mundo! Les encomiendo a todos a la intercesión de María y les pido que recen
por mí".
Sin embargo, ya para la mañana
de este domingo 23 de febrero, el pronóstico empeoró, según versiones del
propio Vaticano. En el que se hablaba de una insuficiencia renal leve y en la
que se hacía hincapié en su estado crítico.
Por lo que, sus seguidores
apostados en la Plaza de San Pedro y en sus hogares oran por la salud del santo
Papa. Conteniendo la respiración, a la espera de mejores noticias sobre la
salud del representante de Dios en la tierra.
Y es que el papa Francisco o
Jorge Mario Bergoglio, como es su nombre de pila; ha estado al frente de la
iglesia católica por 12 años. En los que ha sufrido varios episodios de salud,
entre ellos: Una cirugía de Colon y una hernia, así como lesión en una de sus
rodillas desde 2021, que lo obliga a usar silla de ruedas o bastón para desplazarse.
Sumado a otras intervenciones
que no han revestido mayor problema. Como la cirugía ocular debido a una catarata
y otra en la vesícula.
Es por ellos, que desde la
Santa Sede se ha informado los motivos para que el pronóstico se mantenga
reservado: "La complejidad de la situación clínica y el tiempo
necesario para que los tratamientos farmacológicos muestren resultados exigen
que el pronóstico se mantenga reservado".
Solo se sabe que el papa
Francisco se mantiene consciente e incluso participó de la eucaristía de este
domingo con su círculo más cercano.
Todo esto desde el apartamento
habilitado para él en el décimo piso del Hospital Gemelli. Lugar donde todos
los papas han tenido su espacio para su cuidado médico.
Además, El papa dijo que su
tratamiento continúa y agradeció al personal médico por su dedicación en el
texto del sermón del domingo, que fue enviado a la prensa con antelación
Sus médicos han aconsejado
“descanso completo”, Aun así, el santo papa ha continuado haciendo algo de
trabajo, incluyendo en los dos primeros días de hospitalización, manteniendo su
llamada telefónica diaria con el Rev. Gabriel Romanelli y su asistente, el
padre Yusuf Asad, en la Ciudad de Gaza, norte de Gaza.
Ya que ha estado en contacto
frecuente desde que Israel lanzó su campaña de bombardeo y asedio en el
enclave, tras los ataques liderados por Hamás el 7 de octubre.
Finalmente, solo resta esperar
la evolución del papa Francisco y antes de pensar en cualquier escenario
fatalista; la oración es la única solución, como siempre pide el santo padre,
“No se olviden de rezar por mí”.
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