Rescatistas en la cueva Tham Luang . Foto Agencia EFE
Tras
15 días atrapados en una cueva en la zona norte de Tailandia en la provincia de
Chiang Rai el entrenador de fútbol Ek de 25 años y sus 12 alumnos con edades comprendidas
entre los 11 y 16 años de edad empiezan a soñar con ver un rayo de luz en medio
de la oscuridad de la fría cueva de Tham Luang.
Los
operativos de rescate iniciaron en la madrugada del domingo, lunes en Tailandia
en un complejo movimiento que tomó cerca de 10 horas donde se logró extraer de
la cueva 4 niños. Todo se cumplió en un tiempo menor de lo esperado si se tiene
en cuenta que los rescatistas tenían que reemplazar los tanques de oxígeno cada
cierto tiempo durante el largo recorrido, nadar en la oscuridad y deslizarse en
estrechos pasajes junto a niños inexpertos.
Además,
la caída o falta de oxígeno forzó adelantar el rescate antes de tiempo y los niveles
del agua bajaron considerablemente lo que ayudó a los buzos. Pues hasta el momento
se han drenado más de 128 millones de litros de agua de la cueva.
A
primeras horas de la mañana del siguiente día se inició el segundo operativo de
rescate para poder robarle a la cueva 4 niños más. Entre los rescatistas se
encuentran 13 buzos internacionales y cinco de la Marina Tailandesa. Además, de
90 rescatistas que están en el exterior y que luchan en las labores de extracción
día a día.
Los
menores rescatados que ya suman 8 hasta el momento ya fueron llevados al Hospital
Provincial de Chiang Rai. Las identidades de los niños no han sido suministradas
aun por las entidades de Gobierno. Las noticias llegan a los medios apostados
afuera de la cueva a cuenta gotas.
Y son
las mismas gotas las que preocupan a los rescatistas ya que se esperan que de
nuevo se presenten fuertes lluvias en la zona. Con 10 horas de descanso entre
operativo de rescate los mismos buzos que realizaron la primera extracción volverán.
Pues ya conocen el recorrido y las condiciones de la cueva.
Las
labores para sacar a los últimos 4 niños y su entrenador continuaran sin cesar
a la espera de que los Jabalíes Salvajes como se llama su equipo de fútbol
finalmente se reúnan para de nuevo jugar un partido juntos.
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