Izquierda Jair Bolsonaro, Derecha Fernando Haddad Infobae.com
Los brasileros
tienen este domingo una importante cita en las urnas, en la segunda vuelta de
las elecciones presidenciales entre dos nacientes figuras políticas de Brasil.
Entre ellos están el derechista Jair Bolsonaro del partido PSL (Partido Social Liberal)
y Fernando Haddad del PT (Partido de los Trabajadores).
Con
más de 450.000 centros de votación destinados para el sufragio. 147 millones de
votantes inscritos desde tempranas horas de la mañana hasta las cinco de la
tarde hora local. Los brasileros elegirán el próximo residente del Palacio de Planalto,Brasilia.
Las
opciones se reducen a dos nuevas figuras de la política brasilera. El primero y
el más opcionado Jair Bolsonaro de 63 años de edad. Más conocido por sus polémicas,
que por sus reales propuestas. Ha realizado comentarios ofensivos contra las
mujeres, los negros y los homosexuales.
Además,
apoya abiertamente la dictadura que gobernó Brasil entre (1964-1985). Esté excapitán
del Ejercito conocido en las calles como “el Donald Trump brasilero” también apoya
el porte de armas y la posibilidad que el Ejercito se tome las calles.
Según las
encuestas como la de la encuestadora IBOPE proyectan las votaciones hacia Bolsonaro
con un 56% de las votaciones, mientras
que su contendor Fernando Haddad con un 42%.
Ya en la primera vuelta celebradas el pasado 7 de octubre pronosticaban a
Bolsonaro con un 46%, mientras, que Haddad tenía un 29%.
Contradictorio
si se tiene en cuenta que, desde el pasado 8 de septiembre cuando Bolsonaro recibió
una puñalada en el estomago durante un mitin político. Esté no ha realizado ningún
tipo de campaña o debate televisivo, pero en cambio su imagen y nivel de aceptación
ha subido como la espuma.
Por
otra parte, Fernando Haddad de 55 años de edad e hijo de inmigrantes libaneses
se ha acercado mucho más en la plaza pública a sus votantes. Además, ha
recibido el apoyo y la bendición, así como los votos del expresidente Luiz Inácio
Lula da Silva.
Fue
alcalde la ciudad de Sao Pablo y ministro de educación de Lula da Silva.
Secretario de Desarrollo Económico y de Hacienda. También es abogado y economista,
Filosofo y profesor en Ciencias Políticas.
Aunque,
su mayor debilidad esta en las denuncias de corrupción que han caído contra su
partido y el mismo Lula Da Silva. Por lo que las horas son cruciales para tratar
de convencer al electorado de sus capacidades.
Por
tanto, todo Brasil y la región cuentan las horas y los votos para determinar el gran
ganador entre la derecha y la izquierda como ha sido la tónica en todas las
elecciones en Sudamérica en el último tiempo.
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