Este
martes en la mañana y ante los medios de comunicación el mismo presidente
brasilero, Jair Bolsonaro confirmó lo que ya era un secreto a voces desde la
tarde del lunes. Mismo día en el que se supo que el alto mandatario venia experimentando
síntomas como: dolor de cabeza, cansancio y fiebre.
Desde
el pasado domingo se presentaron los característicos síntomas que son fácilmente
confundibles con una gripe. Pero el lunes los síntomas persistieron así que sus
asesores lo trasladaron al Hospital de las Fuerzas Militares en Brasilia, capital
de Brasil para realizar el test del coronavirus.
Pues
se habló que él presidente de 65 años de edad, tenia fiebre de 38 grados,
cansancio y dolor muscular. Convirtiéndose de esta forma en el primer presidente
de Sur América en contagiarse de la mortal enfermedad.
Otro de los altos mandatarios en ser víctima del
virus ha sido, Juan Orlando Hernández, presidente de Honduras y quien actualmente
necesita ayuda de oxigeno vital para respirar.
Del
escepticismo a la realidad es el caso del presidente Bolsonaro. Pues durante
meses criticó a los medios de comunicación y a quienes estaban a favor del uso
del cubrebocas.
Tildando
al coronavirus de “una gripecita de nada”, y él como exoficial
del Ejército de Brasil lo superaría con facilidad. Y cuando los casos de
covid-19 aumentaban día con día en el país y los muertos superaban a los de
cualquier país de la región su respuesta a los periodistas que lo cuestionaban
fue:
“Y qué?,
Lo siento. ¿Qué quieres que haga? Soy Mesías, pero no hago milagros”.
Siempre
desafiante a las medidas para combatir al coronavirus, ahora que esta del otro
lado de la mesa no ha cambiado su actitud. Por lo que decidió tratarse con Hidroxicloroquina
y Azitromicina medicamentos de los que nadie ha podido demostrar que sean
totalmente efectivos, pero si pueden causar efectos secundarios graves.
Además,
el pasado fin de semana Bolsonaro visitó el Estado de Santa Catarina y al
regresar a la capital Brasilia visitó al Embajador de los Estados Unidos, Todd
Chapman, para celebrar el 4 de julio día de la Independencia de ese país junto
al Canciller, Ernesto Araujo y otros ministros de su gabinete.
Obviamente
y como era de esperarse la reunión se llevo a cabo sin el uso de cubrebocas y
sin el distanciamiento recomendado en tiempos del coronavirus. Y para rematar
en la rueda de prensa de hoy en la que habló de sus resultados clínicos del
covid-19 frente a los periodistas se descubrió el tapabocas.
Como
si esto fuera un evento sin importancia, aun cuando Brasil presenta el segundo
brote de coronavirus más grande del mundo. Reflejado en 1.6 millones de
contagiados y 65.500 muertes una de las más graves de América Latina. Sobrepasando
al sistema sanitario y los sitios para enterrar a los fallecidos escasean y los
caídos en la pandemia se multiplican día a día.
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