Como
es usual todos los años en el estado de California en los Estados Unidos los incendios
atacan con furia. Aunque, este año es excepcionalmente diferente debido al
brote del coronavirus, que ha golpeado no solo a los Estados Unidos si no en
todo el mundo.
En
Death Valley o el valle de la muerte este fin de semana se presentaron altas
temperaturas de 54.4º grados centígrados o 130º grados Fahrenheit. Que fueron más
que suficientes para atizar los fuertes incendios que ya llevan una semana en
la zona
Generando
apagones que con las altas temperaturas hicieron que en la noche fuera
imposible conciliar el sueño para los californianos. Este fenómeno ha llegado también
al estado de Arizona en el suroeste, Oregón, Montana y Washington.
Este fin
de semana, el sábado en el condado Lassen también en la golpeada California se presentó
un fenómeno nunca antes visto. Un tornado de fuego en medio de un incendio en
este condado, la peligrosa combinación del fuego y los fuertes vientos.
Que a
su paso arrasaron hasta con el cableado eléctrico. Las altas temperaturas de
las últimas semanas no se presentaban desde 1930. Pero esto no es todo, el
domingo se presentaron tormentas eléctricas que a su vez provocaron relámpagos en
la madrugada siendo la chispa vital para los incendios y los temidos cortes de energía
en la Bahía de San Francisco.
Alrededor
de 8 pequeños incendios mantuvieron ocupados a los bomberos debido a las tormentas
y relámpagos. Sumado a las ráfagas de vientos de 75 millas o 120 kilómetros por
hora.
Este año
el enemigo a vencer es el “Lake fire” y “el Ranch 2” los nombres
con los que fueron bautizados los feroces incendios de este año. Por lo que fueron
llamados cerca de 1.000 bomberos, 3 helicópteros y un avión cisterna. Así, como
grupos de voluntarios en tierra para contener el fuego.
Que
este año se ha visto empañada la labor de extinción de los incendios debido al
Coronavirus. Distancia y social y lavado de manos en medio de las altas
temperaturas y voraces incendios, tarea dificil.
En tanto,
que los habitantes del sur de Los Ángeles han tenido que luchar contra el fenómeno
estando en confinamiento y con cortes de energía. El fuego se mueve con gran velocidad
obligando a la evacuación de más de 300 hogares.
La
Cruz Roja ha actuando con prontitud construyendo alojamientos para las mascotas
y sus dueños. Mientras tanto, todos esperan que esta pesadilla termine con la
misma velocidad con la que empezó hace dos semanas.
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