Este
jueves Estados Unidos encabeza de su presidente, Joe Biden impusieron sanciones
a Rusia. Debido a las supuestas interferencias de este país en las elecciones
presidenciales de 2016 y 2020. Además,
de supuestos ataques cibernéticos en Estados Unidos a varias oficinas
Federales.
Pero
esto no es todo, también se pidió la expulsión de 10 diplomáticos rusos. Entre
los que se encontrarían miembros del Servicio de Inteligencia de ese país apostados
en Washington.
De
este modo la Casa Blanca acusa formalmente al Servicio de Inteligencia Exterior
de Rusia. Conocido como (SVR) por varios ciberataques y búsqueda de información
clasificada y sensible. Por otra parte, Washington también impuso sanciones a
30 entidades financieras e individuos rusos.
Por lo
cual, con la firma del presidente Joe Biden se oficializa un Decreto. Que prohíbe
a las instituciones financieras estadounidenses participar en el mercado de bonos
ruso. Las sanciones fueron impuestas por el Departamento del Tesoro Americano
basado en un informe de inteligencia.
Las
sanciones fueron comunicadas un día antes mediante línea telefónica. Primero
entre las dos embajadas y luego al nivel más alto entre los presidentes Joe
Biden y Vladimir Putin.
Estas
son las sanciones más duras del gobierno Biden contra Rusia en los últimos
años. Pero, EE. UU no está solo, la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico
Norte) respaldó las sanciones impuestas. Sumado a la venia que ha dado la Unión
Europea a Washington.
Los 30
países miembros de la organización político y militar OTAN han firmado una
carta de respaldo. Los aliados también alzaron su voz para condenar el arresto
del líder opositor ruso Alexei Navalhi. Quien sufrió un intento de envenenamiento
durante un vuelo local el año pasado.
Asimismo,
se hizo pública la preocupación de esta organización por las maniobras rusas en
la Península de Crimea, anexada ilegalmente por Rusia en 2014.
Ahora
bien, dado lo delicado de las relaciones en seguridad, diplomacia y política exterior.
Estados Unidos, está a la expectativa de la posible respuesta del Kremlin,
quien no se quedará de brazos cruzados. En el ajedrez político puede que Rusia espere
y responda.
Ahora,
sabiendo que Estados Unidos planea salir de Afganistán tras 20 años de Guerra,
Rusia podría querer ocupar este lugar estratégico y ser un verdadero dolor de
cabeza en la política exterior para Joe Biden y los Estados Unidos.
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