El
descontento de un país se hizo sentir en las calles. Colombia y su capital Bogotá
fueron el epicentro de los primeros días de marchas y protestas debido a la “Reforma
Tributaria” impulsada por el presidente de la nación, Iván Duque para recaudar 23.4
billones de pesos, unos 6.256 millones de dólares.
Las marchas
se convocaron desde el pasado 28 de abril. Impulsadas por los sindicatos de trabajadores,
agremiaciones y estudiantes. Quienes estaban en contra de la reforma en tiempos
de coronavirus y donde la economía se desaceleró debido a la perdida de
empleos. Justamente la clase media-baja seria la que llevaría sobre sus hombros
el pago de impuestos, IVA para los alimentos de la canasta familiar e impuesto
como Retención en la fuente de los salarios superiores a US$600 dólares.
Durante
el fin de semana pasado el caos, el vandalismo y los robos a establecimientos marcaron
la pauta en la ciudad de Cali. Con el caer de la noche en esta ciudad el choque
entre manifestantes y el Escuadrón Móvil Antidisturbios de la policía termino
en desmanes con disparos de armas de fuego. Provenientes de ambos lados de la
protesta, resultando en muertes de civiles y policías heridos.
Dado
el terrible panorama para el país, el presidente de la Republica, Iván Duque reconsidero
su posición y en una alocución al medio-día del domingo 2 de mayo, el día después
de las congregaciones por el Dia del Trabajo. Retiró momentáneamente la
controvertida Reforma Tributaria a la espera de un nuevo paquete económico.
Para
el día lunes el descontento de los jóvenes marchantes continuaba en todo el país.
Tanto así, que el presidente Duque citó a los medios de comunicación a la Casa
de Nariño, el Palacio Presidencial. Dado el descontento, el ministro de
Hacienda, Alberto Carrasquilla daba un paso al costado y renunciaba a su cargo.
La mente detrás de la reforma Tributaria se despedía de su cargo.
Aun
con estas noticias el pueblo en las calles continuaba mostrando su descontento.
El desabastecimiento de unos pocos días se agravó cuando el gremio de los
Transportadores de carga se sumó a la protesta nacional.
Carreteras
y vías cerradas enfrentamientos entre policía y manifestantes. Todo en tiempos
de pandemia en una manifestación sostenida y ampliada. Denuncias de violación de
derechos humanos, por parte de los civiles en Cali y Bogotá. Hackeo de varias
paginas web del gobierno nacional como: Ejercito Nacional, Presidencia de la
Republica, Senado de la Republica y Policía Nacional.
Lo peor
se vivió este martes en la capital Bogotá, en una noche fría y lluviosa
solamente interrumpida por el sonido lejano de las ambulancias y unas voces a
lo lejos de los manifestantes que se extendieron hasta altas horas de la noche.
En el
sur de la ciudad manifestantes quemaron varios CAI (Comandos de Atención
Inmediata) de la policía. Ubicados en todos los barrios de Bogotá y de Colombia.
Estas son unas unidades más pequeñas que una estación de policía.
El
peor caso se presentó en el CAI Aurora ubicado al sur de Bogotá. Allí, se congregaron
más de 200 manifestantes, quienes lanzaron objetos incendiarios que explotaron
en el interior cuando cerca de 10 policías estaban dentro del CAI.
Los policías
sin utilizar la fuerza salieron de esta instalación, siendo atacados físicamente
por los manifestantes. Algunos policías recibieron quemaduras de segundo y
tercer grado.
Este
mismo patrón de ataque se presentó en varios barrios de Bogotá. Más de 100 policías
heridos que tuvieron que ser trasladados en helicóptero hasta un hospital
cercano. Debido a que las principales avenidas de la ciudad estaban colapsadas
por los manifestantes. Usando el helicóptero Halcón de la policía
que en otras circunstancias solo sobrevuela la ciudad para vigilar desde el
aire.
Esta
vez, fue el ángel salvador de policías y civiles que fueron auxiliados en una
ciudad convulsionada por la protesta frenética. Los días pasan y el presidente Iván
Duque ha llamado al dialogo, sin éxito. Su liderazgo y control del país están en
entredicho, mientras llega el día de la reunión entre las partes pactado para
el 10 de mayo.
Seguirán
muriendo civiles y policías en un circulo vicioso. Mientras, los convocantes al
paro nacional siguen sus vidas tranquilas desde sus casas. El gobierno nacional
poco o nada hace para evitar el derramamiento de sangre, en una manifestación que
ha ido perdiendo legitimidad, que no representa a todos debido a la violencia y
la anarquía. En una semana de marchas y manifestaciones que inicio como un
descontento general.
Comentarios
Publicar un comentario