Grupos Talibanes capturan varias ciudades en Afganistán tras la salida de militares estadounidenses.
Después, de 20 años de presencia estadounidense en Afganistán,
tras los atentados a las torres gemelas de New York militares americanos han
dejado el país. Como era de esperarse los grupos extremistas talibanes han ido copando
terreno.
Ciudad por ciudad han ido generando pánico y terror en sus habitantes.
Muchos han huido de sus casas, los interpretes afganos al servicio del Reino
Unido, Estados Unidos y Canadá han recibido asilo en esos países en su mayoría.
Se puede ver en las calles hombres de barba larga fuertemente
armados. Para este miércoles ya han alcanzado el control de 9 de las 34
capitales de las provincias de Afganistán. Se habla de desplazamiento en un número de
359.000, personas, combates en las calles, incendios, vandalismo, destrucción y
desabastecimiento.
Tanto así, que la Cruz Roja Internacional no puede garantizar
el abastecimiento de comida y medicinas. Debido a que los talibanes ya
controlan las carreteras y algunos aeropuertos del país.
183 personas han sido asesinadas y más de mil han resultado
heridas. En el terreno soló el ejercito los están enfrentando, pues la policía local
abandono sus instalaciones dejando atrás vehículos y armas que fueron tomadas
por los insurgentes.
Se habla que el objetivo principal es llegar a la capital
del país Kabul. Las fuerzas de seguridad que en mayo aseguraron estar lista
para una posible incursión talibán, piden ayuda a varios países, tras verse
superados en número en varias ciudades.
Muchos aun no entienden como los extremistas han avanzado
tan rápido. Además, se preguntan si fue una perdida de tiempo y recursos el
haber entrenado al ejercito afgano, que a la primera ocasión se ve superado. Mientras
tanto, Estados Unidos promete no dejarlos solos, aun cuando el último soldado
americano deje el país a finales de agosto.
Por lo pronto, el presidente Biden ha respondido ordenando bombardeos en
varios puntos estratégicos. Que no han evitado el avance talibán en el país. Washington
no oculta su frustración por la debilidad del ejercito afgano, pero su salida
del país tenía que ocurrir en algún momento.
Esto demuestra que fácil es iniciar una guerra o conflicto,
pero difícil es terminarlo. Muchas cosas en juego están: incluso con un preacuerdo
de Paz entre los Estados Unidos, Afganistán y los Talibanes que claramente se
han incumplido.
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