Este miércoles falleció el exjefe del Cártel de Cali
Colombia, Gilberto Rodríguez Orejuela. Quien fue extraditado a los Estados
Unidos en el año 2004, a una cárcel de alta seguridad en Carolina del Norte.
Conocido por su sobrenombre del “ajedrecista”
por su gran inteligencia para realizar negocios ilegales sin usar la fuerza.
Sabia mover muy bien sus fichas en el trafico de drogas. Tuvo una larga vida
para un narcotraficante, pues vivió hasta los 83 años.
En los últimos años padeció varias enfermedades entre ellas:
Cáncer de colon, de próstata, hipertensión, gota y trastornos psiquiátricos. Durante la pandemia su salud flaqueó cada vez
más. En 2020 pidió ser excarcelado por razones humanitarias, pero la petición fue
denegada pues cumplía condena de 30 años en la prisión de Butnert, Carolina del
Norte.
Mucho tiempo a pasado desde que su nombre emergió en la década
de 1980 y 1990. Inició como un humilde mensajero en una farmacia siendo el
segundo de ocho hermanos. Forzado a tomar las riendas de su familia, en el
camino aparecieron personas que lo llevaron por el camino del trafico de drogas
en Cali.
Junto a su hermano Miguel Rodríguez fundaron el Cártel de
Cali que se enfrentó al peligroso cártel de Medellín. Que tenia del otro lado
al sanguinario Pablo Escobar Gaviria. Tras
la muerte de este último en 1993, los hermanos Rodríguez Orejuela llegaron a
tener el control del 80% del tráfico de drogas que salía de Colombia.
Manejaron negocios ilegales y otros legales. Reconocidos por
ser los dueños de una red de 400 farmacias de venta de medicamentos. Dueños de
un equipo de fútbol, el América de Cali, un Banco en Panamá, licoreras,
constructoras, medios de comunicación, venta de vehículos, compañías de taxis y
otras 60 empresas en diferentes ramos. Así, como el apoyo a campañas presidenciales
que fueron su talón de Aquiles.
Esta organización enviaba toneladas y toneladas de droga a
los Estados Unidos semanalmente. Pero, pronto llamarían la atención de la policía
colombiana y la DEA. Ellos pondrían sus ojos en el último cártel existente a
finales de la década de los 90.
Fueron perseguidos hasta que cada uno de sus integrantes fue
capturado uno a uno. Gilberto Rodríguez Orejuela fue capturado en junio de 1995
oculto detrás de un armario en una habitación secreta. Posteriormente, seria
capturado su hermano Miguel y los distintos socios de esta organización
delincuencial.
En territorio colombiana estarían tras las rejas por 8 años.
Luego los hermanos Rodríguez serían enviados a cárceles en los Estados Unidos.
Siendo capos de la droga de la vieja escuela, hasta donde se sabe nunca delataron
a sus socios, ni familia solo esperaban cumplir su condena o morir en la cárcel.
Lo segundo le llego primero al otrora jefe todo poderoso del Cártel de Cali.
Cerrando asi un último capítulo de la época de violencia y narcotráfico
en Colombia.
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