Después, de un ultimátum
de 12 horas otorgado por los miembros de la Cámara de los Comunes del Parlamento
británico; Lizz Truss, la primera ministra debía demostrar que contaba con el
apoyo de su propio partido político. Los Conservadores no la apoyaban y la oposición
mucho menos. En su último debate efectuado en el Parlamento este miércoles 19
de octubre sólo se escuchaba una frase: ¡Renuncia!
Misma que se hizo
realidad este jueves cuando la propia primera ministra anuncio su dimisión.
Inesperado por muchos, anunciado por otros. Todo debido a las grandes presiones
que enfrentó desde que asumió el cargo el pasado 6 de septiembre, dos dias
antes del fallecimiento de la reina Isabel II.
La crisis política de
su corto gobierno empezó en sus manos cuando anunció la rebaja de los impuestos
a los más ricos de su país. Lejos de ser una buena noticia, esto provocó una acalorada
convulsión en los mercados bursátiles. Tanto fue el revuelo que el precio de la
libra esterlina se desplomó y el dólar se fortaleció.
El proyecto de Truss y
su ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng tuvo que dar marcha atrás. Las criticas
pedían resultados de inmediato, pero la Bolsa de Valores no respondía. Por lo
que la primera ministra debió despedir a su mano derecha y mejor amigo, el
ministro de finanzas el pasado 14 de octubre.
Aunque, Lizz Truss
salvó su puesto, no así su nivel de aprobación. Un segundo golpe se dio
este miércoles al perder a un segundo ministro, la titular de la cartera del ministerio
del Interior, Suella Braverman quien renuncio al no poder efectuar sus políticas.
Truss, herida y contra
las cuerdas acudió al que seria su último debate en el Parlamento Britanico.
Allí, una discusión en torno al Fracking para la extracción de gas que la
primera ministra quería reanudar. Hicieron que Conservadores y opositores crearan
la tormenta perfecta para poner en duda su permanencia en el cargo. Acalorada discusión
que puso a temblar los argumentos de la primera ministra y sus pocos resultados.
Finalmente, Truss
acepto que: “reconozco que, dada la situación, no puedo cumplir el mandato por el
que fui elegida por el Partido Conservador". Despidiendo de
esta forma su corto mandato de 45 dias, superando lo hecho por George Cannning
quien gobernó durante 119 dias esto en el año de 1827.
Según las reglas
británicas, no es obligatorio que haya elecciones generales hasta 2024. Sin embargo,
la próxima
semana se llevará a cabo una elección de liderazgo para sustituir a Truss,
Dadas las divisiones en el partido, no hay un candidato obvio y cualquier
sustituto se enfrentaría a un país que probablemente se dirija a la recesión.
Comentarios
Publicar un comentario