Tras
39 días desde que asumió el cargo como primera ministra del Reino Unido. Liz
Truss enfrenta su primer escollo de su administración que tienen que ver en política
económica. Debido a que este viernes tuvo que dar marcha atrás en uno de sus
anuncios para revitalizar la economía de su país.
Esta
tenia como objetivo reducir los impuestos a las empresas y a los más adinerados.
Sin embargo, el anuncio no cayo bien a los mercados bursátiles que hicieron que
la propia libra esterlina perdiera valor frente al dólar.
De
tal forma, que tuvo que tomar la decisión más difícil, al anunciar que aumentará
los impuestos a las empresas del 19% al 25%, tal como lo había planteado
el gobierno anterior. Además, de dar marcha atrás en la idea de eliminar el
impuesto sobre la renta a los más adinerados del país.
Estas
dos medidas tomadas casi que a regañadientes por la primera ministra tienen el
nombre de “minipresupuesto”. Pero no sólo fueron estas medidas
las que tomaron la agenda del Reino Unido este vieres. Si no la destitución de
Kwasi Kwarteng, ministro de Finanzas quien fue el gran sacrificado tras menos
de un mes en el cargo.
De
esta manera, los mercados y los críticos de la primera ministra tendrán un
cierto alivio. Por lo menos, por unos días, ya que los diputados conservadores
le dieron un plazo de 17 días para enderezar el timón de la economía de su país.
De lo contrario peligrará la titularidad de la primera ministra del Reino Unido.
De la que sus detractores piden desde ya su renuncia.
Por
otro lado, en rueda de prensa Liz Truss aseguró que: “Estoy absolutamente
determinada a cumplir la promesa que hice de conseguir un crecimiento más
fuerte, un Reino Unido más próspero y de salir de la tormenta en la que nos
encontramos”, afirmó en una rueda de prensa posterior a la salida de Kwarteng.
Tras la tumultuosa
mañana la primera ministra rápidamente anunció al exministro de Relaciones
Exteriores de Salud, Jeremy Hunt, para tomar el mando del difícil ministerio de
Finanzas. Con 55 años es una figura respetada incluso entre los conservadores.
Con la inflación global,
el aumento en el precio de los combustibles, que ha afectado a todo el planeta
no hay margen de maniobra. Por lo que no solo el puesto de primera ministra está
en riesgo, presidentes en todo globo terráqueo y ministros de Hacienda, Economía
y Finanzas están sudando petróleo para dar resultados esperados en tan corto
tiempo.
Mientras tanto, ciudadanos
a diario tienen que hacer magia para estirar su sueldo al máximo debido al aumento
en el precio de los alimentos y servicios.
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