Lula Da Silva destituye al comandante del ejército brasileño.

General ,Júlio César de Arruda. Fuerzas Miliatares de Brasil

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, destituyó este sábado al comandante del Ejército, el general Júlio César de Arruda, dos semanas después del intento golpista perpetrado por bolsonaristas radicales en Brasilia

El cambio en el mando del Ejército se produce en medio del clima de desconfianza entre el mandatario de izquierdas y algunos sectores de las Fuerzas Armadas desde el asalto a las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema el pasado 8 de enero.

Antes del reciente asalto a los tres poderes del gobierno en Brasilia, miles de brasileños reclamaron al Ejército un último esfuerzo para revocar la victoria electoral en octubre de Luiz Inácio Lula da Silva.

El cambio de líder en el ejército se da en medio de una crisis de confianza entre el nuevo gobierno de izquierda y la cúpula militar.

Por su parte, el Partido de los Trabajadores (PT) respaldó la decisión del mandatario y aseguró que el general destituido cometió una supuesta  insubordinación inadmisible”. 

“La conducta del ex comandante del Ejército caracterizó una insubordinación inadmisible ante las amenazas a la democracia y el partidismo de la fuerza”, señaló la diputada Gleisi Hoffmann, que utilizó sus redes sociales para brindar su apoyo y subrayó que “la democracia rechaza cualquier tutela sobre los poderes civiles que emanan del voto popular”.

El General, Arrruda había tomado el mando el pasado 30 de diciembre cuando todavía el presidente de la nación era Jair Bolsonaro. Menos de un mes en el cargo y fue destituido.

Pero, rápidamente apareció un nuevo jefe para el ejercito que por lo menos en teoría cuenta con el apoyo del presidente Lula Da Silva. Se trata del General, Tomas Miguel Ribeiro Pava,  quien en una ceremonia militar, hizo un fuerte reclamo en defensa del orden democrático y del resultado de las elecciones de octubre, en las que Lula derrotó a Bolsonaro, quien todavía no ha reconocido públicamente la derrota en las votaciones presidenciales.

De otra parte, Lula Da Silva en una entrevista con el medio local, GloboNews, criticó el accionar de las agencias de inteligencia de las fuerzas armadas, por no prever el asalto de Brasilia por parte de grupos opositores.

Algunos expertos afirman que este tipo de intentos golpistas podrían continuar en los próximos meses o años. De tal forma, Lula Da Silva buscará rodearse de generales de confianza para evitar que su permanencia en el gobierno esté en peligro.

Prueba de esto es que hasta el vienes se han despedido cerca de 46 militares que trabajaban en la administración del Palacio Presidencial y otros 36 de la seguridad de Gabinete de Seguridad de la Presidencia. Por lo que la desconfianza de unos y otros seguirá hasta que la purga llegue a todos los niveles.

 

 

 

 

 

 

 


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