Tren descarrilado con sustancias químicas en Ohio, Estados Unidos genera preocupación en sus habitantes.

Explosión tren en Ohio, Estados Unidos

La odisea y el miedo son dos estados con las que tienen que convivir a diario los habitantes de East Palestine en Ohio, Estados Unidos. Todo por cuenta del descarrilamiento de un tren cargado de sustancias químicas, peligrosas y volátiles que desde el pasado 3 de febrero tiene en vilo a esta pequeña comunidad.

Cerca de 38 de los 100 vagones que componían este transporte se salieron de la línea férrea. Produciendo un incendio en 12 de ellos, ocasionando una fuerte explosión que se podía ver en la distancia. Uno de los peligrosos químicos que transportaban era el cloruro de vinilo un gas que combinado con altas temperaturas puede ser inestable.

Que al ser aspirado por los habitantes cercanos puede generar desmayos e incluso la muerte. El incendio provocó una nube tóxica. La mayor preocupación fue desde el principio el cloruro de vinilo, un producto cancerígeno, transportado en cinco vagones. Cuando arde, se descompone en cloruro de hidrógeno y fosgeno.

 El fosgeno es muy tóxico, provoca vómitos y problemas respiratorios y se utilizó mucho durante la I Guerra Mundial como agente asfixiante, mientras que el cloruro de hidrógeno es irritante y corrosivo para cualquier tejido con el que entre en contacto.

Doce días después del descarrilamiento y posterior incendio los habitantes de East Palestine siguen exigiendo respuestas.  Debido a que en los días siguientes aparecieron peces muertos en los arroyos, miles de ellos, según confirmaron más tarde las mismas autoridades.

El pasado 3 de febrero, un tren con carga de cloruro de vinilo descarriló, provocando la liberación de gases mortales en el aire en la ciudad de East Palestine, en Ohio, EE.UU.

Los vecinos contaron a los medios de comunicación locales que sus gallinas murieron de repente, los zorros entraron en pánico y sus mascotas enfermaron. Los residentes se quejaron de dolores de cabeza, ardor en los ojos y dolor de garganta.

Por su parte, el gobernador del estado, Mike DeWine, aseguró el miércoles que, aunque la calidad del aire en la ciudad era segura, los residentes cercanos al lugar del vertido tóxico debían beber agua embotellada como precaución.

Debido a que muy cerca se encuentra una fuente de agua que pudo haber sido contaminada. Misma que cubre las necesidades de 5 millones de personas. Muchos habitantes no saben si evacuar o seguir conviviendo con la incertidumbre de una posible fuente de contaminación; como la de planta nuclear de Chernóbil, Ucrania. Pero esta vez en territorio americano y a pasos de una pequeña comunidad.

Sin embargo, las autoridades federales declararon el martes, que la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE.UU. (EPA por sus siglas en inglés) expresó que no había detectado niveles significativos de sustancias peligrosas en el aire.

La agencia ha examinado hasta ahora casi 400 viviendas y no ha detectado ninguna sustancia química, aunque sigue examinando más residencias de la zona y realizando controles de la calidad del aire.

Mientras, la nube de químicos se disipa los habitantes de East Palestine, Ohio buscan volver a sus hogares sin miedos ni preocupaciones. Esperando no ser engañados por las autoridades y que se dé una comunicación fluida y continua sobre este evento en particular.

 

  

 

 





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