El expresidente peruano Alejandro
Toledo arribó este domingo a Lima, Perú extraditado por Estados
Unidos para ser procesado por corrupción y lavado de dinero en el marco del
megaescándalo de sobornos pagados por la constructora brasileña Odebrecht.
Toledo, de 77 años, llegó a la
capital peruana en un vuelo desde Los Ángeles, California y bajo custodia de
agentes de Interpol. En el aeropuerto internacional Jorge Chávez fue recibido
por fiscales y policías, según imágenes difundidas por las televisoras.
Quien fuera presidente de la nación
entre los años 2001-2006 ahora, deberá enfrentar a las autoridades en su país.
Ya que Sobre Toledo pesa una orden de detención preventiva dictada en 2017 por
el juez Richard Concepción Carhuancho en el marco del proceso por el presunto
cobro de sobornos a cambio de favorecer a la constructora brasileña Odebrecht
en la concesión de las obras de construcción de la Carretera Interoceánica, que
conecta la costa atlántica brasileña con el Pacífico peruano.
Según
el Ministerio Púbico, el exmandatario cobró US$25 millones en coimas de
Odebrecht. Hoy con 77 años de edad y aparentes quebrantos de salud deberá enfrentar
los cargos de lavados de activos y podría ir a la cárcel.
De momento se sabe que el
expresidente Toledo cumplirá esta orden judicial en el penal de Barbadillo,
donde también se encuentran recluidos los expresidentes: Alberto Fujimori y Pedro Castillo.
De otra parte, se sabe que Toledo es
investigado judicialmente por dos casos de presunta corrupción. Primero fue
acusado de lavado de activos por la compra de dos inmuebles a nombre de su
suegra, valorados en unos USD 4.5 millones, con fondos presuntamente no
declarados.
Estas adquisiciones se
realizaron, según la fiscalía, a través de una empresa ‘fantasma’ creada en
Costa Rica bajo el nombre de Ecoteva, según publicación de BBC.
En 2016, Jorge Barata,
exdirector de Odebrecht en Perú, aseguró a la fiscalía que la constructora le
pagó USD 20 millones a Toledo a cambio de la adjudicación de los tramos 2 y 3
de la carretera Interoceánica Sur.
Toledo fue detenido en 2019 en
Estados Unidos, donde residía tras haber trabajado en la Universidad de
Stanford. Inicialmente fue encarcelado, pero en 2020 fue puesto bajo arresto
domiciliario con la obligación de usar una tobillera electrónica.
Tras presentar una serie de
recursos para evitar su extradición, el 19 de abril 2023, fue finalmente que
el juez Thomas H. Hixson, de la Corte del Distrito Norte de California, revocó
la libertad bajo fianza del expresidente y le ordenó que se pusiera a
disposición del Cuerpo de Alguaciles de Estados Unidos a fin
de ejecutar la extradición a Perú.
Lo cual obligo a que expresidente
peruano se entregará a las autoridades estadounidenses el pasado viernes 21 de
abril. En palabras suyas su entrega voluntaria la hace” por que no debe
nada y no ha cometido ningún delito”.
De este modo, inicia el proceso
judicial a otro expresidente peruano en una larga seguidilla de procesos contra
presidentes de esta nación, tanto de derecha como de izquierda.
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