Estados Unidos: El FBI captura a miembro de las Fuerzas Militares por presunta filtración de documentos clasificados del Pentágono.
Este Jueves un ciudadano estadounidense
fue capturado en relación con la filtración de documentos clasificados del Pentágono, la
mayor fuga de material confidencial desde el escándalo de WikiLeaks en 2010.Según
ha confirmado el fiscal general, Merrick Garland. Se trata de Jack Teixeira, de
21 años.
Quien pertenece a la
Guardia Aérea Nacional de Estados Unidos fue arrestado por presuntamente
filtrar documentos de inteligencia y defensa altamente confidenciales sobre la
guerra en Ucrania y sobre otros países del mundo.
Teixeira, trabajaba en el
ala de inteligencia de la Guardia Aérea Nacional, perteneciente a la
Fuerza Aérea de EE.UU., en Massachusetts, según informó el diario New York
Times. En la localidad de North Dighton se dio su aprensión con gran movimiento
de unidades militares, del FBI y helicópteros.
Según se sabe, al menos 50
documentos clasificados fueron expuestos, aunque se cree que podrían ser más de
100 que se publicaron en Discord, una plataforma de redes sociales popular
entre aficionados a los juegos en línea.
En Discord operaba bajo el
nombre seudónimo de OG, y allí se dedicó durante años a colgar documentos,
primero transcritos y después fotografiados, con algunos de los mayores
secretos de la inteligencia estadounidense.
Según medios de comunicación de
los Estados Unidos, Teixeira tenía una “visión oscura del gobierno” y
“hablaba de Estados Unidos, y en particular de las fuerzas del orden y la
comunidad de inteligencia, como una fuerza siniestra que buscaba reprimir a sus
ciudadanos y mantenerlos en la oscuridad”.
El arresto del joven militar
abre ahora un debate acerca de cómo Jack Teixeira, perteneciente a un grado
militar inferior pudo tener acceso a una información altamente clasificada a la
que solo suelen acceder los altos mandos.
Por otra parte, en una rueda
de prensa, el portavoz del Pentágono, Pat Ryder, ha asegurado que el
Departamento de Defensa está revisando las listas de distribución de
información y los procedimientos para acceder a los documentos clasificados. “Debemos
asegurarnos de que solo llegan a las personas que necesitan tenerlos”,
ha señalado Ryder también ha indicado que la filtración constituye “un
acto delictivo deliberado”.
Lo único cierto es que tras
varios años de filtraciones no se puede determinar la cantidad exacta de
documentos y fotos. Mucho menos, en cuantos sitios de Internet fueron expuestas
y quienes tuvieron acceso a este material.
Mismo que pasó desapercibido a
los ojos de los servicios de contrainteligencia estadounidenses y de otros países
aliados.
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