Muere el último fiscal de los juicios de Núremberg contra los oficiales Nazis.

Benjamin Ferencz, archivo Museo Conmemorativo del Holocausto de Estados Unidos

Benjamín Berell Ferencz, más conocido como Ben Ferencz, el último fiscal que quedaba vivo de los juicios de Nuremberg y que juzgó a los nazis por crímenes de lesa humanidad y genocidio, ha fallecido en Florida (Estados Unidos) a los 103 años, según lo informó su familia este Viernes Santo.

Ben Ferencz tenía solo 27 años cuando aseguró las condenas de 22 oficiales nazi por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Nació en Transilvania parte de Rumania en 1920 en el seno de una familia judía, pero su familia emigró a EE.UU. cuando él era pequeño para escapar del antisemitismo, y más tarde se estableció en Nueva York.

Después de graduarse de la Escuela de Derecho en Harvard en 1943, se enlistó en el ejército estadounidense y participó en la invasión aliada de Normandía en la batalla de las Ardenas.

Ascendió al rango de sargento y finalmente se sumó al grupo dedicado a investigar y recopilar evidencia de los crímenes de guerra nazis.

Después de la guerra, regresó a Nueva York a ejercer como abogado, pero poco después fue reclutado para llevar a los tribunales a los nazis en los juicios de Nuremberg, a pesar que no tenía experiencia previa en juicios.

Fue designado fiscal en jefe en los juicios de los integrantes del Einsatzgruppen, los escuadrones de la muerte móviles de las SS que operaban dentro de la Europa del Este ocupada por los nazis, y que se estima asesinaron a más de un millón de personas.

Recogió documentos y pruebas en campos de exterminio nazis como Buchenwald tras su liberación por las fuerzas aliadas, donde presenció escenas que incluyeron pilas de cadáveres demacrados y los crematorios donde se incineraba un número incalculable de cuerpos.

Benjamin Ferencz, a los 27 años durante los juicios de Nuremberg

A partir de la primavera de 1946, Ferencz se desempeñó como fiscal en Nuremberg, en la zona de ocupación estadounidense de lo que había sido anteriormente la Alemania nazi.

Ferencz abogó durante décadas por la creación de un tribunal penal internacionalobjetivo que se hizo realidad con el establecimiento de un tribunal internacional con sede en La Haya, Países Bajos. Ferencz también fue un importante donante del Museo Conmemorativo del Holocausto de Estados Unidos, creado en Washington.

El juicio de Núremberg, en la sesión del 30 de septiembre de 1946. Desde la izquierda, Hermann Göring (con gafas negras), Rudolf Hess, Joachim von Ribbentrop, Wilhelm Keitel, Alfred Rosenberg y Hans Frank.
FRED RAMAGE (GETTY IMAGES

En 1998 se acordó la creación de la Corte Penal Internacional de la Haya que inició labores hasta el año 2002.

Benjamín Ferencz deja un hijo y tres hijas. Su esposa y novia de la juventud Gertrude Fried quien falleció en 2019. Así, como todo un legado de justicia, trabajo duro e historia para la comunidad judía y el mundo en general.

 

 

 

 

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