Este
miércoles, Lisboa, Portugal recibió una visita Santa, el papa Francisco, el
representante de Dios en la Tierra. Quien arribó al país para inaugurar la
Jornada Mundial de la Juventud. Evento donde se congregan los católicos de todo
el mundo, siendo el primero después de la pandemia de la covid-19.
Ya
que debido a las aglomeraciones desde 2020 se ha postergado este magno evento
para los jóvenes católicos. En esta edición se desarrollará desde el 2 hasta próximo
6 de agosto. Normalmente, se desarrolla cada tres o cuatro años de carácter internacional.
Su
primera edición tuvo lugar en Roma en 1986 por idea del papa Juan Pablo II. En
esta edición se espera la participación de un millón de jóvenes de varios países.
Con bailes, canticos, conciertos, oraciones, homilías y un fuerte sol que los
acompañara con temperaturas de hasta 35 grados Celsius.
El pontífice llegó al
aeropuerto de Fiumicino a bordo de un pequeño automóvil negro y ha sido
recibido por el alcalde de Fiumicino y otras autoridades locales. Allí, ha
embarcado en el avión, un Airbus A320neo de Ita Airways con cero impacto
ambiental de CO2, según ha informado el Vaticano.
Posteriormente, se reunió con el
presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa en el Palacio Nacional de Belém,
residencial del alto mandatario. Durante estos cinco días el papa, Francisco
participará con los jóvenes en distintos eventos.
Se espera que el Obispo de
Roma visite Fátima el lugar de las apariciones de la Virgen María. Mismo sitio
que lleva el nombre de la Virgen hoy llamada Virgen de Fátima, la misma que se
les apareció a tres humildes pastores en 1917.
Además, el papa de 86 años, dentro
de su agenda tendrá reuniones privadas con jóvenes sobrevivientes de abusos y
podría mencionar el problema en sus declaraciones públicas, como ha hecho en
otros viajes al extranjero.
También, se espera que acudan
al evento jóvenes católicos de Rusia y Ucrania. Una situación que en medio de
la guerra que viven ambas naciones se espera que haya unión y perdón en los distintos
eventos programados.
En un espacio para el
encuentro, la reflexión y el crecimiento espiritual de los jóvenes católicos. A
través de esta experiencia, se busca fortalecer su fe y compromiso con los
valores cristianos, al tiempo que fomenta la unidad y el intercambio cultural
entre participantes de distintos países y realidades.
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