En un fin de semana polarizado
por las propuestas tanto de la derecha como de la izquierda. Este domingo se
realizaron las elecciones generales presidenciales que buscan elegir al nuevo huésped
de la Casa Rosada para los próximos 4 años. Mucha fue la expectativa no solo de
los argentinos, sino también de la región, así como de sus conciudadanos que
viven en el exterior. Pero solo caída la noche en sendos discursos ofrecidos
por los dos máximos contrincantes se logró saber que:
El actual ministro de
Economía, Sergio Massa, y el economista libertario Javier Milei se disputarán
la presidencia de Argentina en la segunda vuelta el próximo 19 de noviembre.
Con el 97% del voto escrutado
en la primera vuelta de este domingo, Massa obtuvo el 36,5% de los votos,
seguido por Milei con 30,04% y en tercer lugar con 23,8% quedó Patricia
Bullrich, que se cayó de la carrera por la presidencia.
Para evitar el balotaje, el
ganador de las elecciones debería haber obtenido más del 45% de los votos o del
40% y una diferencia de al menos diez puntos porcentuales sobre el segundo.
Mismos que ninguno logró, siendo una carrera disputada cabeza a cabeza.
Estos resultados oficiales
generaron una sorpresa en todo el espectro político y en la sociedad argentina,
dado que al inicio de la jornada electoral Javier Milei era el principal
favorito para quedarse con la elección, según algunas encuestas, que incluso
apuntaban a que podía hacerlo en primera vuelta.
Y es que como es usual en
todos los países en Sur América, una cosa es la encuesta que durante toda la
contienda muestra un posible escenario y otra la realidad.
Siendo esta una jornada que
transcurrió con normalidad, prácticamente sin denuncias de irregularidades y
que estuvo marcada por una menor participación del padrón en comparación a
elecciones generales pasadas.
Por ahora, Sergio Massa tiene
el sartén por el mango. Debido a que cuenta el apoyo del gobierno nacional. En
cabeza del actual presidente Alberto Fernández con una maquinaria fuerte, aceitada
y con movilización de votos. En tanto, Milei busca ganar votos en el
descontento de los argentinos y la promesa de dolarizar a la Argentina.
Solo el ciudadano de a pie podrá
desempatar estas votaciones. Entre quienes voten por el cambio económico y político
en cabeza de Javier Milei. Mientras, que otro grueso de la población buscará seguir
apoyando las políticas publicas que tienen la inflación en Argentina en un 138%
al mes de septiembre.
Generando una migración sin precedentes a Estados Unidos, España, Canadá y Australia. En este orden de ideas el nuevo presidente de los argentinos asumirá el cargo el próximo 10 de diciembre para un periodo de cuatro años. Bajo la promesa de un cambio que busque aliviar los bolsillos de los argentinos.
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