Un avión militar ruso que
llevaba a 65 prisioneros de guerra ucranianos, seis tripulantes y tres
acompañantes se estrelló en la región rusa de Belgorod, cerca de la frontera
con Ucrania, en el distrito de Korochansky. Ante lo cual, autoridades en Rusia acusaron a
Ucrania de derribar el avión de transporte militar.
El
avión tipo Ilyushin II-76 se precipitó a tierra este miércoles, según
información del ministerio de defensa ruso, sin ningún sobreviviente. "Fue
absolutamente deliberado. Sabían muy bien que el avión estaba en ruta, adónde
se dirigía y los operadores de los sistemas de misiles tierra-aire (ucranianos)
no pueden confundir aviones de transporte con aviones militares o helicópteros
como objetivos", dijo Andrei Kartapolov, legislador del Parlamento
ruso y general retirado, en una entrevista televisiva.
Si
se confirman los detalles, sería el incidente más mortífero de la guerra de
casi dos años dentro de las fronteras internacionalmente reconocidas de Rusia.
Por ahora, es una guerra de acusaciones entre ambas partes.
Este
hecho luctuoso se da justo cuando la guerra entre ambos países cumple 700 días
desde la invasión rusa en Ucrania. Y cuando los 65 prisioneros ucranianos se movilizaban
en el avión para un intercambio con soldados rusos.
Por
su parte, El servicio de inteligencia militar de Ucrania emitió una declaración
en la que afirman no disponer de "información confiable" acerca de
quiénes viajaban en el avión estrellado.
El
texto agrega que Ucrania había "ejecutado todos los acuerdos" para el
intercambio de prisioneros previsto para este miércoles, pero agrega que
"correspondía a Rusia garantizar la seguridad de nuestros defensores bajo
los acuerdos que se habían alcanzado".
Además, Moscú y Kiev también se han acusado mutuamente de
una fuerte escalada de ataques contra zonas civiles en los últimos
dos meses. Los ataques rusos hirieron a nueve personas en la región ucraniana
oriental de Kharkiv, según declaró el miércoles el gobernador de la
región.
El gobernador regional, Oleg Sinegubov, declaró que las fuerzas de
Moscú habían disparado misiles tierra-aire S-300 contra la ciudad,
situada junto a la frontera de Ucrania con Rusia.
Finalmente, Belgorod, situada a unos 40 km al norte de la frontera con
Ucrania, ha sufrido decenas de bajas por ataques aéreos y drones desde que
comenzó la guerra.
En diciembre, 25 personas murieron y 100 resultaron heridas tras un
ataque aéreo, aunque Ucrania insistió en que solo se había atacado
infraestructura militar y culpó a las defensas aéreas rusas de los fragmentos
que cayeron sobre la ciudad.
La lucha intestina entre ambas naciones está lejos de terminar, las bajas militares continuarán y las acusaciones mutuas en diferentes hechos son el pan de cada día.
Comentarios
Publicar un comentario