Este
domingo, en una conferencia de prensa, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky afirmó que 31.000 soldados ucranianos han muerto desde que inició la invasión
rusa hace ya dos años. Cuando se lanzó el ataque nocturno por orden del
presidente ruso, Vladímir Putin, el pasado 24 de febrero de 2022.
Se trata del primer balance
oficial en varios meses. Además, analizó la importancia del apoyo de Estados
Unidos en armamento, la posición de Europa frente a la guerra con Rusia y la
vía diplomática a través de una cumbre de paz en Suiza.
“Treinta y un mil soldados
ucranianos han muerto en esta guerra. Ni 300.000, ni 150.000, como dicen Putin
y su círculo de mentirosos. Pero cada una de estas pérdidas es una gran pérdida
para nosotros”, declaró en una rueda de prensa en Kiev, el
presidente, Volodímir Zelensky.
Siendo esta la primera vez, en
más de año y medio, que el gobierno ucraniano revela una cifra oficial de sus
bajas durante la guerra que libra en varios frentes tras la agresión de su
vecino Rusia, que le supera en potencial bélico y con un ejército
exponencialmente mayor.
Zelensky dijo en esta misma
conferencia de prensa en Kiev que no podía revelar el número de heridos o de
capturados porque esa información serviría a los intereses rusos en su
planificación bélica.
De otra parte, Zelensky, también
señaló que Rusia ha perdido unos 180.000 efectivos, misma información que ha sido
compartida por varios organismos de inteligencia de Occidente. Aunque, la misma
no ha podido ser comprobada.
En tanto, Rusia ha
proporcionado pocas cifras oficiales de bajas. Los datos más recientes del
Ministerio de Defensa, publicados en enero de 2023, apuntaban a algo más de
6.000 muertos, aunque informes de funcionarios de Estados Unidos y el Reino
Unido sitúan esa cifra bastante por encima.
Un informe de los servicios de
inteligencia estadounidenses desclasificados a mediados de diciembre de 2023
estimaba que 315.000 soldados rusos habían muerto o resultados heridos en
Ucrania. De ser exacta, la cifra representaría el 87% de los aproximadamente
360.000 soldados que Rusia tenía antes de la guerra, según el informe.
Con dos años consecutivos en
una guerra de trincheras, con escasez de municiones y personal uniformado. Ambos
países están en un punto en el que los avances son mínimos, y las pérdidas
humanas son cuantiosas.
Las ayudas internacionales
para Ucrania son cada vez menores, y el escenario podría empeorar si su
principal socio, Estados Unidos, deja de ayudarlo. Con la potencial victoria en
las próximas elecciones presidenciales de Donald Trump, Washington, retiraría
toda ayuda bélica y política. Esto pondría en grave peligro la democracia y la
libertad de Ucrania. En una guerra de David contra Goliat, en la que Ucrania y
Zelensky quedarían solos y sin respaldo.
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