La presidenta peruana, Dina
Boluarte, ha promulgado este 20 de marzo, la Ley que restablece el congreso con
un Senado y una Cámara de Representantes. Tuvieron que pasar treinta años y
unos meses, para que una nueva reforma constitucional fuera aprobada por la Cámara
de los Diputados esta semana, poco antes de la Semana Mayor.
Los defensores de la normativa
argumentan que el cambio promueve una mejor legislación y control político,
mientras que sus detractores aseguran que es una oportunidad para que aumente
la corrupción y el despilfarro de fondos públicos.
Se trata de una reforma con
modificaciones a la actual Constitución, que determina que el Congreso estará
conformado por un Senado y que mantendrá la existencia de la actual Cámara de
Diputados.
La reforma prevé que el
Senado esté conformado por 60 representantes, elegidos electoralmente en
periodos de cinco años, con representación porcentual de los 24
departamentos y las dos provincias del país. Mientras, que la Cámara baja tendrá
un mínimo de 130 representantes, en ambas cámaras se podrá optar por la reelección
inmediata.
El pasado 6 de marzo, el pleno
del Congreso aprobó la legislación, en una segunda votación con 91 legisladores
a favor, 31 en contra y una abstención, para finalmente cambiar 53 artículos de
la Constitución.
Esta nueva Ley entrará en
vigor a partir del año 2026. Situación que no ocurría hace 30 años, cuando el
presidente de la nación era Alberto Fujimori (1990-2000) quien precisamente fue
quien eliminó la bicameridad, tras el autogolpe de 1992.
"Este Congreso del
Bicentenario ha logrado aprobar el retorno a la bicameralidad, luego de un
amplio diálogo y consenso. Esta reforma permitirá mejor calidad legislativa,
mayor representación y fortalecerá nuestra democracia. Gracias a toda la
Representación Nacional", dijo Alejandro Soto, actual
presidente del Congreso.
Aunque Soto y su bancada
aseguraron que se trata de un “paso histórico”, algunos opositores recordaron
el referendo realizado por el expresidente Martín Vizcarra en 2018,
cuando una amplia mayoría de los peruanos rechazó la bicameralidad y la
reelección de los congresistas, con un 90% y un 85% de los votos,
respectivamente.
De este modo, la financiación del Senado y la Cámara de Diputados no
sobrepasará el 0.6% del Presupuesto General de la República,
cuya proyección para el año fiscal 2024 se estima en más de 240 mil millones de
soles, según el Ministerio de Economía y Finanzas. Este porcentaje se traduce en
un estimado de 1,444 millones de soles dedicados a la nueva estructura
legislativa, un aumento significativo comparado con el presupuesto del Congreso
para 2023.
Estas reformas fueron
aprobadas por consenso en el Congreso, dominado por bancadas
populistas y derechistas, incluido el partido fujimorista Fuerza Popular. Las
secciones minoritarias de izquierda habían propuesto una Asamblea Constituyente en lugar
de reformas.
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