Este domingo estalló un nuevo
frente de suspensivos ataques entre Israel y un fuerte aliado de Hamás, el
grupo Hezbolá. Este último lanzó un ataque con más de 200 cohetes y 20 drones
sobre territorio israelí.
A lo que el gobierno de Benjamín
Netanyahu respondió con el envío de 100 aviones de combate como medida de
respuesta y precaución. Tras los ataques aéreos lanzados por Hezbolá desde el Líbano.
Siendo el más fuerte intercambio
bélico desde que comenzó la ofensiva de Israel en la Franja de Gaza el 7 de
octubre de 2023. Aunque no se reportaron víctimas en Israel, tres personas
murieron en Líbano. Ambos bandos han anunciado una pausa en los ataques, pero
advirtieron que tomarán represalias más adelante. El hecho ha vuelto a encender
las alarmas sobre la posibilidad de un conflicto más amplio en Medio Oriente.
Esta mañana detectamos
preparativos de Hezbolá para atacar a Israel. Junto con el ministro de Defensa
y el jefe del Estado Mayor, ordenamos a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI)
iniciar una acción para eliminar la amenaza”,
aseguró el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, al inicio de una
reunión con el gabinete de seguridad convocada de urgencia.
Hasta el momento, se sabe que
otras dos personas resultaron heridas en los ataques: un ciudadano sirio y otro
libanés.
Por otra parte, Hezbolá dijo
más tarde este domingo, que había disparado cientos de cohetes contra
objetivos militares el norte de Israel, calificándolo de "fase
uno" de un ataque de varias etapas en represalia por el asesinato el
mes pasado de uno de sus altos comandante, Foad Shukr en los Altos del Golán
donde también murieron 11 personas.
En este cruce de ataques se extendió
por cerca de dos horas, en donde los vuelos comerciales tuvieron que ser
suspendidos. Entre ellos, los que entraban y salían de Tel Aviv por un término
de 90 minutos.
Esta escalada de tensiones
también amenaza con torpedear los esfuerzos diplomáticos en curso para
lograr un alto el
fuego en Gaza, donde Israel ha estado en guerra con Hamás durante
más de 10 meses. La interconexión entre estos conflictos subraya la fragilidad
del equilibrio geopolítico en la región y la dificultad para alcanzar una paz
duradera.
Y en las que también se ha
visto la intermediación de Egipto, Catar y los Estados Unidos para lograr un acuerdo.
Ante estos hechos, este
domingo el gabinete de Seguridad de Israel se reunió en la mañana y se tiene
prevista una conversación con el gabinete en pleno más adelante. El ministro de
Defensa, Yoav Gallant, declaró el estado de emergencia y el ministro de
Asuntos Exteriores, Israel Katz, dijo que Israel respondería a los acontecimientos
sobre el terreno, pero que no buscaba una guerra a gran escala.
Lo propio hizo el primer
ministro interino del Líbano, Najib Mikati,
quien se reunió con los ministros del gabinete en una sesión del comité de
emergencia nacional.
Mientras, se busca un alto al
fuego entre las partes, sin mayores resultados sobre el terreno, cualquier chispazo
entre ambos bandos, puede ser el preludio de una explosión bélica a gran escala.
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