Dos días de fuertes lluvias
provocaron un raro diluvio y excedieron los promedios anuales de
precipitaciones en Marruecos, dejando imágenes rara vez vistas del desierto del
Sahara.
Uno
de los puntos más áridos del planeta que se ha visto inundado por las fuertes lluvias.
Mismas que no se veían desde hace más de 50 años en este desierto.
Han pasado entre 30 y 50 años desde que llovió tanto en tan
poco tiempo", dijo
Houssine Youabeb, funcionario de la agencia meteorológica de Marruecos, a la
agencia Associated Press.
Además,
en
Tagounite, un pueblo 450 kilómetros al sur de la capital, Rabat, se registraron
más de 100 milímetros de lluvia en 24 horas.
Los meteorólogos llaman tormenta
extratropical a estas lluvias inusuales. A medida que el aire retiene más
humedad, propicia la evaporación y provoca más tormentas, explicó la agencia
meteorológica de Marruecos.
Por lo pronto, los típicos
paisajes de dunas de arena, y una que otra palmera, se muestran ya con
algunos cuerpos de agua. A esto, se suman los viejos ríos y lagos que
estuvieron complemente secos por años y que en este momento vuelven a recibir
el líquido vital.
Lo más sorprendente de este
evento climatológico es el que detectó la NASA, que logró avistar el Lago Iriqui,
que estuvo seco durante 50 años, y en las últimas 48 horas ha empezado a llenarse.
Los
datos satelitales preliminares de la NASA mostraron casi 20 centímetros de
lluvia en algunas partes de la región. Pero el más marcado fue el del
Sahara, que tiene una extensión de 9,2 millones de kilómetros cuadrados que
cubren una docena de países del Norte, Centro y Oeste de África.
Y
no solo se cubrió de agua, sino que provocó la muerte de 18 personas y golpeó
zonas que están en plena recuperación después del terremoto de Marruecos de
2023.
“Como
consecuencia del aumento de las temperaturas, el ciclo hidrológico se ha acelerado”, afirmó Celeste Saulo, secretaria general de la
MM (Organización Meteorológica Mundial). Siendo estos los efectos cada vez más
marcados del cambio climático.
A
medida que los fenómenos meteorológicos extremos se vuelven más comunes debido
al calentamiento global, los científicos predicen que en el futuro podrían
ocurrir tormentas similares en el Sahara.
La
desertificación ha intensificado las sequías, mientras que las tormentas de
lluvia han aumentado en frecuencia debido al calentamiento del agua del mar en
el Mediterráneo oriental. Además, los científicos enfatizaron la necesidad
urgente de implementar programas avanzados de observación en las
cuencas hidrográficas en áreas desérticas mediante el uso de satélites de radar
avanzados.
Por
lo tanto, los cambios en el planeta se verán cada vez más marcados entre el
calor extremo y las lluvias intensas. Pero esto también podrá afectar la escasez de recursos hídricos potables de uso diario.
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