Abuchean a los reyes de España y al presidente de gobierno, Pedro Sánchez, durante su visita a Valencia
Casi
seis días después de las fuertes inundaciones en Valencia, España; los reyes de
España, el Rey Felipe VI y su esposa doña Letizia, visitan la zona cero este
domingo. Sin embargo, el recibimiento no fue muy caluroso.
Tanto
así, que el presidente de gobierno, Pedro Sánchez, quien los acompañaba, tan
pronto escuchó y presenció las hostilidades de los habitantes de la zona, dio
media vuelta y emprendió la salida presurosa de la zona de la devastación.
La ira de los afectados por
las lluvias torrenciales en Paiporta, Valencia, esta semana se expresó directamente
contra las autoridades durante la visita. Al grito de ¡Asesinos, Asesinos! Fueron
recibidos, mientras caminaban por una lluvia hostil de barro que lanzaron los afectados.
Y
no es para menos, las perdidas humanas ya suman 215, mientras que los
desaparecidos triplican la cifra. En una zona donde nunca recibieron una alerta
temprana de parte del gobierno nacional o regional, que pudo evitar la
tragedia.
Aunque
a que el ambiente estaba caldeado, el rey Felipe VI decidió permanecer
en la zona hablando con los afectados, lo que generó no solo insultos, sino también agradecimientos a su visita por haberse acercado a confortar a las
víctimas.
Hay además malestar por
la lenta respuesta de los servicios de emergencia y la coordinación de la ayuda.
Ya que el martes llovió el equivalente a un año en un solo día.
El día de las lluvias, pese a
que la Agencia Estatal de Meteorología elevó al máximo su nivel de alerta en la
mañana del martes 29 de octubre, las autoridades locales no avisaron a
tiempo a la población.
Parte de las competencias en
la respuesta a la tragedia recae en la Comunidad Autónoma, en la que gobierna
el Partido Popular, y otras son del Estado, donde gobierna una coalición de
partidos liderada por el Partido Socialista de Pedro Sánchez.
Siendo esta la peor tragedia
en décadas debido a la DANA (Depresión Aislada de Niveles Altos) como la
bautizaron los meteorólogos. Inundaciones que no sucedían desde 1967, cuando
murieron unas 500 personas en Portugal y España en esa época.
En tanto, el Rey ha sido
arropado por su seguridad personal, quienes también han recibido golpes e insultos.
Aun así, el Rey Felipe VI ha sido el único de la comitiva que se ha quedado
para hablar con los damnificados por las inundaciones.
Con el rostro y el abrigo
salpicados de barro, los reyes avanzaron por una de las calles principales de
esta localidad, en plena "zona cero" del desastre, tratando de
tranquilizar a los voluntarios, visiblemente afectados tras cinco días de tragedia.
La reina, que no pudo contener
las lágrimas al escuchar las historias de los sobrevivientes, también conversó
con algunos de los residentes molestos, mientras los gritos de
"¡fuera!" "¡Asesinos!", continuaban.
Después de Paiporta, se
anunció que los monarcas se trasladarían a Chiva, otra ciudad cercana a Valencia fuertemente
golpeada por las inundaciones, pero finalmente los Reyes han aplazado esa
visita y se han trasladado al Centro de Coordinación Operativo Integrado
(Cecopi).
Tras este tenso momento en
Paiporta, el presidente valenciano, Carlos Mazón, publicó un mensaje en su
cuenta de la red social X "Entiendo la indignación social y
por supuesto me quedo a recibirla. Es mi obligación política y moral. La
actitud del Rey esta mañana ha sido ejemplar".
Ante este caos, Pedro Sánchez
anunció el envío de 5.000 soldados adicionales a la región, aumentando el
contingente a 7.500, el “mayor despliegue de fuerzas armadas en España en
tiempos de paz”, según sus palabras. Además de los militares, se
sumaron 5.000 policías y guardias civiles para apoyar a los 5.000 agentes ya
presentes en el área.
Aun así, la ayuda no ha
llegado a los afectados, los únicos que habían llegado a la zona antes que los
reyes fueron las mismas personas que se agolparon en masa a ayudar a los afectados.
Armados con
palas y escobas para dirigirse a pie hacia las localidades vecinas y ayudar a
los damnificados.
Bomberos y policías locales
están sobrepasados en la capacidad de respuesta. Mientras, que los organismos
nacionales brillan por su ausencia.
Las horas pasan y las posibilidades
de encontrar posibles sobrevivientes son más escasas. Mientras, que la patente posibilidad
de nuevas lluvias e inundaciones son más cercanas.
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