Los rebeldes en Siria
aseguraron, en la madrugada del domingo 8 de diciembre, tener bajo su control
Damasco y que el presidente Bashar al Assad había abandonado el país.
En un mensaje emitido desde la
estación estatal de televisión y a través de Radio Damasco, declararon haber
puesto fin al régimen de Bashar al Assad y liberado a los prisioneros
políticos.
Por otro lado, el Ejército
sirio notificó el mismo domingo a sus oficiales que el gobierno de Bashar
al-Assar había terminado, después que los rebeldes tomaron Damasco. La agencia
rusa Interfax informó que Assar y su familia están en Rusia, que les otorgó
asilo "por motivos humanitarios".
Una fuente del Kremlin dijo a
agencias de noticias rusas que hubo un acuerdo para garantizar la seguridad de
las bases militares rusas. La misma fuente dijo que los líderes de la oposición
siria habían acordado garantizar la seguridad de las bases militares y las
instituciones diplomáticas rusas en Siria.
El conflicto armado que ha
costado muerte, desplazamientos y devastación, provocó una guerra civil. La
salida de Assad es un hito para Oriente Medio.
Debido a que los rebeldes
islamistas dieron un fuerte golpe a la influencia de Rusia e Irán en Siria. Quienes
llevaban años apoyando al dictador Bashar Al-Assad para mantenerse en el poder
en los últimos 13 años.
Después, de tres décadas de
control de su padre, Háfez AL-Assad quien también fue presidente de Siria, la
familia presidencial ha dominado el país por 50 años.
Bashar al-Assad abandonó sus
estudios de oftalmología y se marchó de Londres, donde había conocido a su
esposa Asma, británica-siria y musulmana suní, que trabajaba para la empresa de
servicios financieros JP Morgan.
De vuelta a casa, hizo un
curso de estudios militares y recibió clases de política de su padre.
A la muerte de su padre,
Bashar al-Assad se convirtió en presidente por referendo, se presentó sin
oposición y ganó un segundo mandato en 2007.
Pero cuando se enfrentó a las
protestas contra su régimen que estallaron en marzo de 2011, en la conocida
Primavera Árabe. Assad hijo recurrió a las tácticas brutales de su padre en un
intento de aplastarlas.
A medida que el alzamiento
derivaba en una guerra civil, recurrió a su ejército para bombardear ciudades
controladas por la oposición con apoyo de aliados como los regímenes de Irán y
Rusia.
La guerra en Siria ha matado a
casi medio millón de personas y desplazado a la mitad de la población que tenía
el país antes de la guerra, 23 millones de personas. A medida que la revuelta
se convertía en guerra civil, millones de sirios huyeron cruzando las
fronteras a Jordania, Turquía, Irak y Líbano y hacia Europa.
Sin embargo, todo dio un giro
inesperado en las últimas dos semanas. Debido a La ofensiva relámpago de los
rebeldes sirios, liderada por los islamistas radicales de Hayat Tahrir al-Sham
(HTC), marca un giro inesperado en el conflicto sirio.
Este avance rápido, que
culminó con la caída de Bashar al-Assad y reconfigura el escenario tras más de
una década de guerra civil en el país.
Ya que HTC es un movimiento
dominado por la antigua rama siria de Al-Qaeda, junto con rebeldes respaldados
por Turquía, sumado a algunos excombatientes del grupo Estado Islámico
liderados por Al-Golani.
Que ahora, tienen el camino
despejado para tomarse el poder sin ningún problema. A menos que Estados Unidos
entre de lleno en la puja por el control de Siria. Con Bashar Al- Assad asilado
junto a su familia en Rusia y sin ejército a la vista que oponga resistencia,
todo podría estar sentenciado para la entrada de un nuevo régimen.
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