El presidente Donald Trump
impuso nuevos aranceles a México, Canadá y China, firmándolos en su club
Mar-a-Lago en Florida este sábado. La administración Trump dijo que los
aranceles tienen como objetivo frenar el flujo de drogas e inmigrantes
indocumentados en Estados Unidos.
Sin embargo, se corre el
riesgo de aumentos de precios potencialmente sustanciales para los consumidores
estadounidenses en una amplia gama de bienes comunes.
La nueva política es una
reversión del comercio prácticamente libre de impuestos entre las tres naciones
que ha existido durante varios años y una expansión de una guerra comercial
entre China y Estados Unidos que se ha intensificado en el transcurso de los
dos últimos gobiernos.
Las importaciones de energía
de Canadá tendrán un arancel más bajo, del 10%, según el comunicado.
En tanto el presidente de Estados
Unidos, Donald Trump, enfatizó poco después que los aranceles fueron
implementados "a través de la Ley de Poderes Económicos de Emergencia
Internacional (IEEPA), debido a la gran amenaza de los extranjeros ilegales y
las drogas mortales que matan a nuestros ciudadanos, incluido el
fentanilo".
Trump cumple así con una de
sus principales promesas de campaña.
Sin embargo, el anuncio genera
incertidumbre sobre lo que pueda pasar con la economía de Estados Unidos frente
a la posibilidad de un aumento de precios.
Frente a las críticas que
sostienen que esta medida puede provocar inflación, Trump respondió que "los
aranceles no causan inflación, sino que generan éxito", según dijo
el viernes desde el Despacho Oval.
El anuncio ha desatado un
maremoto de repercusiones internacionales.
Por un lado, la presidenta de
México, Claudia Sheinbaum, respondió con un duro comunicado a la decisión de
Trump.
Dijo que "México no
quiere confrontación", llamó al diálogo con Estados Unidos y anunció que
avanzará con "medidas arancelarias en defensa de los intereses de
México".
"Rechazamos
categóricamente la calumnia que hace la Casa Blanca al gobierno de México de
tener alianzas con organizaciones criminales, así como cualquier intención
injerencista en nuestro territorio", dijo la presidenta de
México en un comunicado que compartió en la red social X.
Y agregó que "no es
con la imposición de los aranceles como se resuelven los problemas, sino
hablando y dialogando como lo hicimos en estas últimas semanas con su
Departamento de Estado para atender el fenómeno de la migración".
Por su parte, el primer
ministro saliente de Canadá, Justin Trudeau, anunció en respuesta que
introducirá aranceles del 25% a los productos estadounidenses de
US$155.000 millones.
Haciéndolos efectivos en dos
etapas, la primera entrará en vigor este martes, mientras que la segunda etapa iniciará
en 21 días.
A su vez, dijo que la frontera
entre Estados Unidos y Canadá es "una de las fronteras más fuertes y
seguras del mundo", cuando en una rueda de prensa le consultaron
sobre el argumento de que los aranceles eran para reducir el flujo de drogas
hacia Estados Unidos.
"Menos del 1% del
fentanilo que entra en Estados Unidos proviene de Canadá. Menos del 1% de los
migrantes ilegales que van a Estados Unidos vienen de Canadá",
dijo el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
De otra parte, China aún no ha
anunciado una respuesta directa a los aranceles de Estados Unidos, pero lo más seguro es que los países en disputa suban sus tarifas a las importaciones. Generando
una guerra comercial sin precedentes.
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