Continúa la búsqueda y rescate de los sobrevivientes tras el sismo de 7.7 grados en Myanmar y Tailandia

Un rascacielos en construcción se derrumbó en Bangkok, la capital tailandesa. Vía Reuters 

Un potente terremoto de magnitud 7,7 sacudió el viernes el centro de Myanmar, alcanzando también a la vecina Tailandia, India y el suroeste de China.

El sismo ha producido una gran devastación, con numerosos edificios derrumbados, iglesias, colegios, puentes y centros religiosos sagrados.

Tan solo en Myanmar, las autoridades reportaron que hay al menos 1.644 muertos y más de 3.400 heridos, pero se teme que los números se eleven conforme avanzan las labores de rescate.

Dos días después del devastador sismo, los equipos de rescate están buscando desesperadamente sobrevivientes. Removiendo con las manos los metales retorcidos y las montañas de concreto que han caído de los edificios.

Muchos rescatistas improvisados han escuchado gritos y quejidos en lo profundo de los restos de las edificaciones. Que tuvo como epicentro la región central de Sagaing, en Myanmar, cerca de la antigua capital real Mandalay, hogar de alrededor de 1,5 millones de personas, así como de múltiples complejos de templos y palacios históricos.

Mientras tanto, la ayuda extranjera y equipos de rescate internacionales han comenzado a llegar a Myanmar. Después de que los militares de la Junta Militar que gobierna desde 2021 emitieran una inusual petición de ayuda. Que ha encontrado respuesta en países como: Rusia, China e India.

De otra parte, en la vecina Tailandia, al menos 17 personas fallecieron tras el derrumbe de un rascacielos en construcción en la capital, Bangkok, donde hay al menos 83 obreros desaparecidos.

Lugar donde continúan las operaciones de búsqueda y rescate de las personas que siguen desaparecidas, mientras las familias se reúnen en el lugar del rascacielos derrumbado para tener noticias de sus seres queridos. En un país con una población de 1.7 millones de personas.

Se han recibido alrededor de 9.500 informes de daños en edificios en Bangkok, según informó el domingo el gobernador de la ciudad. Aparte del derrumbe de la torre, ha habido pocos informes o evidencia de daños catastróficos.

Tanto Myanmar como Tailandia han sentido el remezón de cuatro réplicas menores, de magnitudes entre 4,5 y 6,6, desde el primer temblor. Por eso, muchos residentes en la segunda ciudad más grande de Myanmar han dormido al aire libre desde entonces, por temor a una repetición del terremoto.

Siendo este el movimiento telúrico más mortífero de los últimos 100 años, desde que en 1912 fuera golpeada Myanmar con un fuerte terremoto de magnitud 7.9 grados, en la ciudad de Taunggyi.

Mientras tanto, en Naipyidó, la capital militar del país, a 257 kilómetros al sur de Mandalay, un hospital de tres plantas se derrumbó parcialmente, atrapando a los pacientes bajo los escombros, según informaron los medios estatales chinos. Unas 40 horas después del terremoto, un equipo chino rescató a una persona de entre los escombros.

Países de Occidente ya están en preparativos para enviar ayudas. El Reino Unido, Irlanda y Australia donarán paquetes de ayuda por un valor superior a US$20 millones en asistencia humanitaria. Mientras, llegan sus equipos al lugar de la devastación.

En tanto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó el terremoto de “terrible” y prometió que Estados Unidos también enviaría ayuda. La India, Singapur, Malasia y Hong Kong también anunciaron el envío de ayuda.

Mientras, los rescatistas luchan contra reloj para encontrar vida en medio de la catástrofe. Los buscadores afirman que: «Nuestros equipos básicamente se dedican a sacar cuerpos sin vida de los escombros (…) Hoy solo uno de los equipos ha recuperado 30 cadáveres», añade el empleado de una organización birmana de ayuda de la región de Mandalay, entre las más afectadas por el sismo.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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