De Estados Unidos a EL Salvador, la extradición de 263 miembros del Tren de Aragua

Vía Reuters:Los deportados venezolanos fueron recibidos por cientos de uniformados salvadoreños en el aeropuerto.

Este sábado en la noche despegó de Harlingen, Texas, un vuelo cargado con el prontuario y los antecedentes de 263 migrantes. La mayoría perteneciente a la banda transnacional, Tren de Aragua. Quienes aterrizaron en EL Salvador, en la madrugada del domingo, rumbo a cárceles de alta seguridad en este país.

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, publicó en redes sociales que 238 presuntos miembros de la banda criminal venezolana Tren de Aragua habían llegado en la madrugada del domingo, junto con otros supuestos 23 miembros de la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13).

El mismo mandatario confirmó que los detenidos fueron transportados al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot). Una cárcel de alta seguridad donde cumplen condena varios integrantes de las pandillas salvadoreñas, y que le han dado la vuelta al mundo por la dureza de las condiciones en las que viven.

El tiempo de permanencia de los nuevos presidiarios será de un año. Durante este tiempo, los Estados Unidos pagarán los gastos de manutención en El Salvador. Una mínima fracción del costo, si se compara con la inversión que tendría que hacer Washington en su territorio. Pagando solo 6 millones de dólares por un año de detención.

«Esto nos ayudará a concluir la recopilación de inteligencia y a perseguir a los últimos remanentes de la MS-13, incluidos sus antiguos y nuevos miembros, dinero, armas, drogas, escondites, colaboradores y patrocinadores», señaló el presidente salvadoreño, Bukele.

Este anuncio tiene lugar un día después de que el presidente, Donald Trump, invocara la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, una amplia autoridad en tiempos de guerra que otorga al mandatario mayor flexibilidad en políticas y acciones ejecutivas para acelerar las deportaciones masivas de personas que se encuentran en el país sin autorización legal.

El presidente Trump justificó la medida como un paso necesario para resguardar la seguridad nacional y proteger a la población. En su declaración, aseguró que «el Tren de Aragua ha utilizado los flujos migratorios venezolanos para infiltrar delincuentes en Estados Unidos y ejecutar una “guerra irregular” dentro del país».

Y es que esta deportación express se realizó justo cuando el juez del Distrito de Columbia, EE. UU., James Boasberg, ordenó paralizar las deportaciones por 14 días. Una hora después de que el primer vuelo con migrantes despegara desde los Estados Unidos rumbo a Centroamérica.

Por otra parte, La Casa Blanca no respondió de inmediato a la decisión del juez federal, pero documentos judiciales indican que el gobierno ha apelado la primera orden de restricción temporal del fiscal Boasberg.

Este desacato de la administración Trump a un juez federal no es el primero y, según expertos en la materia, no supone una crisis constitucional, toda vez que no es una decisión del máximo tribunal de justicia estadounidense: la Corte Suprema, cuyos magistrados son de tendencia conservadora.

Por ahora, el choque de trenes entre la administración Trump y el sistema judicial de las Cortes continuará. Teniendo en cuenta que el presidente de los Estados Unidos recurrió a una Ley de Enemigos Extranjeros que data del año 1798. Y que no había sido activada desde la Segunda Guerra Mundial.

Poniendo entre la espada y la pared a los millones de migrantes que viven en la Unión Americana. Donde, en este segundo mandato de Donald Trump, sufren la criminalización y el escarnio público, escudado en la seguridad nacional.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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