Treinta
y dos socios, un solo objetivo: aumentar el presupuesto en Defensa para los miembros
de la OTAN (Tratado del Atlántico Norte). El acuerdo se dio este miércoles en la
sede central del organismo en La Haya, Países Bajos.
De
esta forma, los países miembros y sus ejércitos se comprometen a invertir y
aumentar, progresivamente, del 2 % al 5 % de su producto interno bruto en defensa
para el año 2035. Estarán obligados a presentar planes anuales que muestren
“un camino creíble y progresivo para alcanzar esta meta».
Detrás de esta iniciativa
estuvo el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. El Ejército más
poderoso del mundo y el país que más aporta en presupuesto, tecnología y número
de hombres en distintas bases militares alrededor del mundo.
A pesar de que todos los miembros
de la OTAN han firmado el acuerdo. No todos han estado de acuerdo con esta decisión.
Específicamente, España, en cabeza de su presidente de gobierno, Pedro Sánchez.
Quien expresó en una carta al secretario general de la OTAN, Mark Rutte, que «comprometer a España al 5% del PIB sería “poco razonable y contraproducente”».
La misiva generó tensiones en
los días previos a la cumbre, pero fuentes diplomáticas indicaron que se prevé
una cláusula de excepción que permita a Madrid adoptar un enfoque gradual o
flexible.
Del otro lado de la mesa, el
presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con represalias comerciales
a España por negarse a aumentar su gasto en defensa hasta el 5% de su Producto
Interior Bruto (PIB). «Ustedes son el único país que no está pagando. "No
sé cuál es el problema", afirmó el presidente estadounidense.»
«Estamos negociando un
acuerdo comercial con España. Les vamos a hacer pagar el doble. «Y lo digo en
serio», afirmó el presidente Trump.
Y agregó: «Voy a
negociar directamente con España. «Lo voy a hacer yo mismo (…) Pagarán más así».
Sin embargo, no está claro el
modo en el que Washington podría imponer aranceles u otro tipo de recargos a
España, cuyo comercio exterior se gestiona en el marco de la Unión Europea.
Por su parte, el secretario
general de la OTAN, Mark Rutte, respondió, sin embargo, que el aporte español «tiene
que ser el 3,5 % como para todos los otros aliados», en referencia al
gasto de defensa básica al que se agregaría el 1,5 % de gasto militar adicional».
Para lograr así el objetivo pactado del 5 %.
Este giro histórico en la OTAN
se da en medio de la patente posibilidad de una guerra entre superpotencias. Mientras,
siguen en curso la invasión de Rusia a Ucrania y el escalamiento de ataques
entre Israel e Irán y el otro frente de guerra contra Hamás en la Franja de
Gaza.
Por otro lado, el documento final
de la organización también señala el compromiso con Ucrania. Y que las ayudas a
Kiev contabilizan para el gasto total en defensa de cada país miembro.
«Los aliados reafirman
sus compromisos soberanos de largo plazo para brindar apoyo a Ucrania, cuya
seguridad contribuye a la nuestra, e incluirán en su cómputo de gasto en
defensa las contribuciones directas a la defensa de Ucrania y su industria de
defensa», subraya el acuerdo de los países de la OTAN.
Finalmente, los jefes de
Estado y de Gobierno de la OTAN subrayan un «compromiso compartido»
de ampliar la cooperación industrial en defensa transatlántica, y a «eliminar
las barreras comerciales en materia de defensa» entre aliados para
fomentar la cooperación industrial en esta materia.
Donald Trump se atribuyó el
mérito del nuevo acuerdo al afirmar que el gasto de defensa en la OTAN ha
aumentado en US$700.000 millones desde que comenzó a exigir más aportaciones de
los otros miembros en 2017.
Pronosticó que cuando los 32
países de la alianza alcancen el objetivo de gasto en defensa del 5% de su PIB,
se agregará más de un billón de dólares al año a la defensa común.
«Es una gran victoria
para Estados Unidos, Europa y la civilización occidental», sentenció.
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