El
verano ha iniciado en toda Europa, en París, un calor abrasador obligó
a la Torre Eiffel a cerrar su cima y a recordar a los visitantes que tomen
precauciones. En Londres, el torneo de tenis de Wimbledon tuvo su jornada
inaugural más calurosa registrada, con temperaturas que superaron los 34
grados Celsius.
Más al sur, Italia amplió
su prohibición de trabajar al aire libre por la tarde, mientras el país lidio
con un calor extremo. Y en Bruselas, el Atomium, con sus distintivas esferas de
acero inoxidable, limitó su horario para cerrar antes de lo habitual debido a
las abrasadoras temperaturas.
Se espera que la ola de
calor que ha azotado gran parte de Europa persista en el
continente esta semana, elevando las temperaturas a niveles superiores a lo
normal y ofreciendo poco alivio.
El calor abrasador ya ha
batido récords para junio en España, Portugal e Inglaterra, ha afectado
drásticamente eventos deportivos y conciertos al aire libre, y ha provocado
condiciones insoportables.
«Europa Occidental se encuentra bajo la
influencia de un fuerte sistema de altas presiones, que atrapa aire seco
procedente del norte de África sobre la región y provoca un calor extremo»,
declaró la Organización Meteorológica Mundial el martes, “lo cual está teniendo
un gran impacto en todos los aspectos de la vida cotidiana”.
Según los expertos, este fenómeno
climatológico tiene nombre: cúpula de calor. Es el resultado de altas presiones
de calor, que posteriormente este aire caliente desciende a la tierra.
El núcleo del calor más
intenso se extenderá desde Francia hasta Bélgica, Países Bajos y Alemania el
miércoles, antes de desplazarse más al este, hacia Polonia, el jueves.
Se pronostica que las
temperaturas en Europa Occidental bajarán a finales de la semana, aunque se
espera otro aumento de temperaturas superiores a la media este fin de
semana. La cúpula de calor podría debilitarse considerablemente la próxima
semana.
Las temperaturas son tan altas
que los termómetros ya han registrado los 43 grados en España y Portugal. Las
autoridades de varios países
europeos han puesto en marcha nuevas medidas, como el cierre de
los puntos de mayor afluencia de turistas.
Otros riesgos derivados de las
altas temperaturas son las tormentas y los incendios, que también han causado
daños en zonas del continente.
En Austria, la inusitada ola de
calor que sufre el país ha derivado en fuertes lluvias y tormentas eléctricas
que han causado importantes deslizamientos de tierra en los Alpes
tiroleses.
En cuanto a los incendios, en
Turquía se ha evacuado a 1.800 personas y los equipos de bomberos luchan contra
media docena de incendios activos en dos provincias del oeste del país y una en
el sur.
Los distritos del norte y
centro de Portugal, limítrofes con España, se encuentran en el nivel de
"peligro máximo" de incendios, el más alto.
También los animales son
víctimas del calor: en la República Checa han muerto prácticamente todos los
peces del lago Modlanska, al norte del país, donde ya se han recogido más de
once toneladas de pescado muerto por falta de oxígeno.
Y es que el calor abrazador es
una tortura que se siente desde tempranas horas de la mañana hasta altas horas
de la noche. Que imposibilitan a locales y turistas conciliar el sueño. Aunque son normales las altas temperaturas durante el verano, cada año aumentan
los grados en los termómetros.
Comentarios
Publicar un comentario