Ola de calor golpea Europa obligando a cerrar varios puntos turísticos

La ola de calor es el resultado de lo que se conoce como cúpula de calor. ( REUTERS/Tom Nicholson)

El verano ha iniciado en toda Europa, en París, un calor abrasador obligó a la Torre Eiffel a cerrar su cima y a recordar a los visitantes que tomen precauciones. En Londres, el torneo de tenis de Wimbledon tuvo su jornada inaugural más calurosa registrada, con temperaturas que superaron los 34 grados Celsius.

Más al sur, Italia amplió su prohibición de trabajar al aire libre por la tarde, mientras el país lidio con un calor extremo. Y en Bruselas, el Atomium, con sus distintivas esferas de acero inoxidable, limitó su horario para cerrar antes de lo habitual debido a las abrasadoras temperaturas.

Se espera que la ola de calor que ha azotado gran parte de Europa persista en el continente esta semana, elevando las temperaturas a niveles superiores a lo normal y ofreciendo poco alivio.

El calor abrasador ya ha batido récords para junio en España, Portugal e Inglaterra, ha afectado drásticamente eventos deportivos y conciertos al aire libre, y ha provocado condiciones insoportables.

 «Europa Occidental se encuentra bajo la influencia de un fuerte sistema de altas presiones, que atrapa aire seco procedente del norte de África sobre la región y provoca un calor extremo», declaró la Organización Meteorológica Mundial el martes, “lo cual está teniendo un gran impacto en todos los aspectos de la vida cotidiana”.

Según los expertos, este fenómeno climatológico tiene nombre: cúpula de calor. Es el resultado de altas presiones de calor, que posteriormente este aire caliente desciende a la tierra.

El núcleo del calor más intenso se extenderá desde Francia hasta Bélgica, Países Bajos y Alemania el miércoles, antes de desplazarse más al este, hacia Polonia, el jueves.

Se pronostica que las temperaturas en Europa Occidental bajarán a finales de la semana, aunque se espera otro aumento de temperaturas superiores a la media este fin de semana. La cúpula de calor podría debilitarse considerablemente la próxima semana.

Las temperaturas son tan altas que los termómetros ya han registrado los 43 grados en España y Portugal. Las autoridades de varios países europeos han puesto en marcha nuevas medidas, como el cierre de los puntos de mayor afluencia de turistas.

Otros riesgos derivados de las altas temperaturas son las tormentas y los incendios, que también han causado daños en zonas del continente.

En Austria, la inusitada ola de calor que sufre el país ha derivado en fuertes lluvias y tormentas eléctricas que han causado importantes deslizamientos de tierra en los Alpes tiroleses.

En cuanto a los incendios, en Turquía se ha evacuado a 1.800 personas y los equipos de bomberos luchan contra media docena de incendios activos en dos provincias del oeste del país y una en el sur.

Los distritos del norte y centro de Portugal, limítrofes con España, se encuentran en el nivel de "peligro máximo" de incendios, el más alto.

También los animales son víctimas del calor: en la República Checa han muerto prácticamente todos los peces del lago Modlanska, al norte del país, donde ya se han recogido más de once toneladas de pescado muerto por falta de oxígeno.

Y es que el calor abrazador es una tortura que se siente desde tempranas horas de la mañana hasta altas horas de la noche. Que imposibilitan a locales y turistas conciliar el sueño. Aunque son normales las altas temperaturas durante el verano, cada año aumentan los grados en los termómetros.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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