Este miércoles, la policía de
la ciudad de Minneapolis, en Estados Unidos, respondió a un tiroteo en una
escuela católica. Justo tras la reanudación de clases luego de las vacaciones, cuando
los menores de edad participaban de una eucaristía en la iglesia de este
colegio hacia las 08:15 am.
Según reportaron las autoridades
en el ataque tres personas murieron en la Parroquia de la Asunción. Entre ellos
el propio agresor, quien se suicidó y dos niños que fueron asesinados con edades
que no superan los 10 años.
Sumado a 17 personas más que
resultaron heridas con edades entre los 6 años y los 80 años de edad.
Brian O'Hara, jefe de la
policía de Minneapolis, dijo que el atacante estaba armado con un rifle, una
escopeta y una pistola, y que disparó a través de las ventanas de la iglesia
antes de suicidarse.
El funcionario identificó al
presunto atacante como Robin Westman, de 23 años, residente de un
suburbio de Minneapolis, a quien calificó como un "cobarde".
Fue un «acto deliberado
de violencia contra niños y fieles», apuntó. O'Hara informó que las
tres armas utilizadas por el atacante fueron compradas legalmente y agregó que
no tenía antecedentes penales.
Al parecer, el hombre que
inició el tiroteo vestía prendas negras e inició los disparos sin previo aviso.
De otra parte, se sabe que la madre del presunto atacante, Mary Grace Westman,
trabajó anteriormente en la escuela, según un boletín escolar de 2016 en el que
se la presentaba como nueva asistente administrativa de la Oficina de Negocios.
También se sabe, esto con
respecto a los heridos, que: Children's Minnesota, un hospital pediátrico de
traumatología, informó en un comunicado que cinco menores fueron ingresados
para recibir atención médica.
Y Hennepin Healthcare, que cuenta con el
departamento de urgencias más grande de Minnesota, indicó que también se
encuentra atendiendo a pacientes del tiroteo.
El lugar donde ocurrieron los
hechos alberga una escuela primaria con estudiantes desde preescolar hasta
octavo grado. Los niños se encontraban en una misa cuando comenzó el
tiroteo, reportó la prensa local.
La Policía de Richfield, un
suburbio cercano, informó que un hombre vestido de negro con un rifle fue
reportado en el lugar.
Hace solo tres días, el pasado
lunes 25 de agosto, fueron retomadas las clases en el lugar tras las vacaciones
de mitad de año, según una publicación en la página de Facebook del centro
educativo.
Por
su parte, el alcalde de Minneapolis, el demócrata Jacob Frey, expresó su dolor
por lo sucedido: «Hay niños muertos, hay familias que han perdido a un
hijo. No se puede expresar con palabras la gravedad, la tragedia o el dolor
absoluto de la situación»”.
Frey, un firme defensor del control de
armas de fuego que ha implementado políticas para retirar armamento ilegal de
las calles, dijo: «No digan que ahora solo se trata de pensamientos y
oraciones; estos niños estaban literalmente rezando. Era la primera semana de
clases, estaban en una iglesia».
Antes
del tiroteo de hoy en la escuela, hubo tres tiroteos mortales en Minneapolis en
12 horas, según el Departamento de Policía de Minneapolis. «El nivel de
violencia con armas de fuego en toda la ciudad durante el último día es
profundamente inquietante», dijo el Departamento de Policía de
Minneapolis en un comunicado, «en tres tiroteos separados con múltiples
víctimas, ocho personas han resultado heridas por disparos y tres han perdido
la vida».
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