Este domingo y por primera vez desde la invasión rusa a Ucrania en 2022. Que el edificio del gabinete, sede del Gobierno en Kiev, Ucrania, recibió una fuerte oleada de ataques con drones que convirtieron la estructura en una bola de fuego.
En el ataque, cuatro personas fallecieron,
entre ellas un bebé que estaba en un edificio residencial. Ante esto, la fuerza aérea de Ucrania reportó que Rusia
lanzó un número récord de drones y misiles en el último ataque nocturno: más de
800 en total.
Según la Fuerza Aérea, nueve
misiles y 56 drones impactaron en 37 lugares y los restos de un avión derribado
cayeron en ocho sitios.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, dijo que “los servicios de emergencia estaban respondiendo a
las consecuencias del "despiadado" ataque aéreo ruso».
El mandatario agregó que la
ofensiva causó daños en las ciudades de Zaporiyia, Kryvyi Rih y Odesa, así como
en las regiones de Sumy y Cherníhiv.
Además, el presidente
ucraniano agregó que: «Estos asesinatos ahora, en un momento en que la
diplomacia real podría haber comenzado hace mucho tiempo, son un crimen
deliberado y un intento de prolongar la guerra», afirmó Zelensky en
redes sociales, instando a la comunidad internacional a mostrar voluntad
política para detener los ataques.
El mensaje de Rusia
En el ataque nocturno del
amanecer del domingo, Rusia envió un mensaje fuerte y contundente. Atacando el
edificio del Gabinete de Ministros, es una estructura de diez pisos construida
en la era soviética, entre 1936 y 1938, y alberga las oficinas de los
principales funcionarios del gobierno de Ucrania.
La edificación está ubicada a
pocos metros de la sede de la Rada Suprema (Parlamento) y del Palacio
Mariyinsky, sede de la presidencia del país, en el que es considerado como el
distrito gubernamental de la capital.
Moscú también atacó Krivói
Rog, la ciudad natal del presidente Volodímir Zelensky, en el centro de Ucrania,
donde tres instalaciones fueron alcanzadas, reportaron las autoridades locales.
Las alertas antiaéreas se
activaron durante la noche en todas las regiones del país.
En la capital de la región oriental de Zaporiyia, 17 personas resultaron heridas durante los ataques, en los que 16 bloques de apartamentos, 12 casas, una guardería y fábricas resultaron dañados, informó el jefe de la administración regional, Iván Fedorov.
En medio de la lluvia de
ataques rusos, las defensas aéreas ucranianas lograron derribar 747
drones y cuatro misiles, pero aún así se registraron impactos de
nueve misiles y 56 drones en 37 localidades, además de la caída de
restos en otras ocho zonas.
En esta guerra de desgaste entre ambos países, el presidente ucraniano, Zelensky, hizo un llamado a la comunidad internacional: «Debemos reforzar la presión de las sanciones, aumentar el suministro de armas a Ucrania y garantizar que invasiones como esta no puedan repetirse en el futuro». Una paz duradera requiere garantías de
seguridad reales y funcionales».
Ucrania ha tenido que resistir
tres años de guerra contra un vecino indeseable que no quiere la paz, solo su
territorio. Y que 30 años después de la caída de la Unión Soviética, el presidente
ruso, Vladímir Putin, se niega a dejar atrás los años de gloria en los que Ucrania
hacía parte de Rusia.
En medio de esta invasión sin
sentido, muchos ucranianos han pagado con sus vidas el precio de la libertad.
Mujeres, ancianos y niños asesinados por el régimen ruso.
Comentarios
Publicar un comentario