Con un panorama incierto,
amaneció este miércoles la capital de los Estados Unidos, Washington. Donde el
gobierno federal ordenó el cierre del gobierno. Es decir, que la mayoría de los
servicios y empleados públicos no estarán en funciones.
Y aunque el partido de
gobierno, el Republicano, controla ambas cámaras, el Senado y la Cámara, no
logró los 60 votos necesarios para convencer a los demócratas. Para así lograr un acuerdo de Ley en materia presupuestal.
Por lo que, en el primer día
del mes de octubre, entra en cese de actividades. Es la segunda vez que ocurre
en siete años. La última vez ocurrió en diciembre de 2018, cuando también
estaba en la Casa Blanca, el presidente Donald Trump. En ese momento, el
cierre se extendió por 35 días.
Así como en 2019, en este año
2025, Estados Unidos se queda sin financiamiento para las entidades federales. No
solo en territorio estadounidense, también se extiende a las embajadas del país
alrededor del mundo y el pago a los militares.
El desacuerdo se centró en el
rechazo de los republicanos a la exigencia de los demócratas sobre extender los
beneficios de salud para millones de estadounidenses, que vencen a finales de
año.
Este ha sido el condicionante para modificar y
avalar el proyecto de ley de gastos, de aprobación obligatoria, mientras los
conservadores insisten en que el asunto de sanidad debe abordarse por
separado.
Mientras las horas de shutdown o cierre de gobierno avanzan, ambos
partidos tradicionales se culpan por la decisión del cese de actividades. Lo único cierto es que los primeros afectados son los aproximadamente 750.000 empleados federales de las diferentes dependencias.
Sin embargo, está
previsto que los programas de atención médica Medicare y Medicaid
continúen, aunque la escasez de personal podría ocasionar retrasos en
algunos servicios. El Pentágono seguiría funcionando. Y la mayoría de los
empleados permanecerán en sus puestos en el Departamento de Seguridad Nacional.
Mientras las agencias
determinan qué trabajadores son esenciales y cuáles no, se espera que los
museos Smithsonian permanezcan abiertos al menos hasta el lunes 6 de octubre,
cuando se terminará el presupuesto del año 2024-2025.
Algunos parques nacionales continuarán trabajando hasta determinar qué personal es esencial. Y hasta que el presupuesto del mes de septiembre se terminó. De otro lado, habrá otros empleados
federales que trabajarán sin pago, hasta que se logre un acuerdo. Como es el
caso de militares y controladores aéreos en los aeropuertos.
Mientras, casi el 90 % del
Departamento de Educación ha sido puesto en licencia, al igual que
aproximadamente el 80 % del Departamento de Comercio.
En cambio, la Oficina
de Estadísticas Laborales decidió “suspender todas las operaciones”, según
las notas de orientación del Departamento de Trabajo, y “los datos económicos
que se publicarían durante el lapso no se publicarán”.
Entretanto, se espera que
la agenda de deportaciones del mandatario avance a toda marcha, mientras
que la educación, el medio ambiente y otros servicios se tambalean. Asimismo,
los expertos señalan que las consecuencias económicas podrían extenderse a
todo el país.
En lo que respecta a la
financiación gubernamental, se trata de 1,7 billones de dólares para las
operaciones de las agencias, lo que representa aproximadamente una cuarta
parte del presupuesto total de 7 billones de dólares de la
Administración. Gran parte del resto se destina a programas de salud y
jubilación, así como al pago de intereses de la creciente deuda de 37,5
billones de dólares.
Aunque los cierres de
gobierno son comunes en Estados Unidos desde 1981, ya sean demócratas o
republicanos. En esta ocasión podría tardar más tiempo de lo esperado, debido a
que difícilmente el presidente, Donald Trump, dé su brazo a torcer en las negociaciones.
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