La crisis en las relaciones entre Washington y Bogotá pone fin a la financiación estadounidense en Colombia
Este
domingo, el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció que
suspendería «subsidios y pagos a Colombia» y advirtió al gobierno
de Gustavo Petro que, si no ponía fin a lo que considera «campos de exterminio"
causados por la producción de drogas, "EE. UU. los cerraría por él", y
"no de forma amable».
Además, Trump señalo que su
contraparte colombiana, «Es un líder de drogas ilícitas, motivando
fuertemente la producción masiva de drogas, en campos grandes y pequeños, en
todo Colombia. Se ha convertido en el principal negocio de Colombia, y Petro no
hace nada para detenerlo, a pesar de los pagos y subsidios a gran escala desde
EE. UU. que no son más que una estafa a largo plazo», escribió Trump en
Truth Social sin aportar pruebas de su acusación.
Esto ocurre en medio del
"conflicto armado" que Estados Unidos declaró recientemente
contra el narcotráfico, por el que ha bombardeado siete supuestas
embarcaciones narcotraficantes en el mar Caribe, luego de
un despliegue militar que comenzó en agosto cerca de las costas de Venezuela.
Petro ya había denunciado estos
bombardeos y pidió ante la ONU una investigación penal sobre esas
operaciones, asegurando que habían muerto casi treinta jóvenes desarmados.
Poco después, a finales de
septiembre, Estados Unidos eliminó a Colombia de la lista de países que luchan
contra las drogas, junto a otras cuatro naciones. Dijo que había
"incumplido manifiestamente" en el último año sus obligaciones en
virtud de los acuerdos internacionales de antinarcóticos.
Estados Unidos ha defendido
los ataques como parte de su estrategia antidrogas contra el gobierno
venezolano, al que acusa de actuar como un cartel. En paralelo, Trump ordenó el
despliegue de ocho buques de guerra y un submarino en el sur del Caribe,
la mayor operación militar estadounidense en la zona en años, lo que avivó los
temores de una posible invasión de Venezuela.
Pero el operativo militar de
la discordia entre Washington y Bogotá sucedió el pasado jueves 17 octubre, Cuando
la Marina estadounidense interceptó un submarino que estaría
transportando presuntamente fentanilo y otros narcóticos ilegales.
Trump indicó en Truth
Social que «Dos de los terroristas murieron durante la operación y
que los dos sobrevivientes serían devueltos a sus países de origen,
Ecuador y Colombia. Al menos 25.000 estadounidenses morirían si
permitiera que este submarino tocara tierra», escribió, al tiempo que
anunció la repatriación de los implicados para su procesamiento judicial.
Sumado a lo anterior, en un
operativo realizado el 16 de septiembre contra una lancha dejó un sobreviviente,
también de nacionalidad colombiana. Al que el presidente, Petro identificó como:
Alejandro Carranza, un humilde pescador.
Petro le solicitó a la
Fiscalía de Colombia «actuar de inmediato ante la posibilidad de
que la supuesta narcolancha atacada en septiembre por Estados Unidos en el mar
Caribe fuera colombiana y de que el ataque se hubiese «producido en aguas
colombianas».
El mandatario colombiano precisó que: «La
embarcación tenía un motor arriba en señal de daño y estaba apagada,
presumiblemente estaba en aguas colombianas, y quien estaba allí era un
pescador de toda la vida: Alejandro Carranza, que no ha vuelto a su casa». «Funcionarios
del gobierno de los EE. UU. han cometido un asesinato y violado nuestra soberanía
en aguas territoriales».
Esta serie de hechos ha
generado una guerra de ambos mandatarios en sus redes sociales favoritas. En el
que se acusan mutuamente de los bombardeos y la inoperancia contra el narcotráfico.
Pero que también ha puesto las
relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Colombia en el punto más bajo en
décadas. Más si se tiene en cuenta que Colombia era el socio comercial y
militar de Estados Unidos número uno de la región. Hasta antes de la asunción
del izquierdista y exguerrillero, Gustavo Petro.
Ahora, la guerra de las redes
sociales entre Trump y Petro se podría extender al recorte de presupuesto que
tiene Colombia en la lucha antidroga y militar, también al de la balanza comercial con
una nueva imposición de aranceles.
Así lo hizo saber el senador
estadounidense Lindsey Graham, quien aseguró que sostuvo «una muy
buena conversación con el presidente Donald Trump, quien dijo que planea
imponer aranceles a Colombia como represalia por su presunto apoyo al
narcotráfico».
Graham afirmó que Trump «va
a atacar a Colombia donde más le duele: el bolsillo” y que el anuncio oficial
se haría hoy o mañana».
Esta medida se podría cumplir,
por lo menos, hasta el segundo semestre de 2026. Fecha en la que Colombia tiene
elecciones presidenciales, y el país podría cambiar de timonel. Dejando atrás
la izquierda y eligiendo un candidato mucho más cercano a Washington.
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